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--Roto el alto el fuego, se suceden los golpes policiales a ETA y se inicia la ilegalización de EHAK y ANV, como ustedes pedían. ¿Se han quedado sin discurso antiterrorista? --En absoluto. Mi discurso en materia de lucha antiterrorista es el mismo que llevo manteniendo desde hace años. Otra cosa es que las circunstancias puedan cambiar, pero es un discurso que se resume muy fácilmente. Primero, no se puede negociar políticamente con una organización terrorista, pero además hay que decírselo para que pierda toda esperanza de ganar a un Estado moderno forzándolo a negociar sus objetivos políticos. Segundo, para ser más eficaces contra ETA hay que mejorar las leyes y luego aplicarlas. Como hicimos con la ley de partidos, el instrumento más útil en la lucha antiterrorista. Todo eso es lo que liquidó Zapatero. Ahora, cuando empieza a dar marcha atrás, desgraciadamente ETA ya está en los ayuntamientos. Eso sí, todas las rectificaciones que haga Jose Luis Rodríguez Zapatero en la lucha contra ETA tendrán mi apoyo.

--En su programa electoral incluirá la renuncia a cualquier negociación con ETA. ¿Significa eso que nunca un Gobierno del PP se sentará a hablar con los terroristas, ni siquiera para que entreguen las armas? --Yo haría lo mismo que le dije a Zapatero que hiciera. Les diría a los españoles: me voy a reunir con ETA para ver cuáles son sus verdaderas intenciones. Y a la banda le dejaría muy claro que de negociaciones políticas, nada. El gran error de Zapatero fue negociar y discutir de política con ETA, como ahora él admite. Esto sí que debería ponerlo...

--Le garantizo que todo lo que diga aparecerá en la entrevista. --No me cabe la menor duda. Pero fíjese usted en las críticas que recibí por pedir que se hiciera lo que se está haciendo ahora.

--Definamos bien qué es una negociación política, porque repaso las actas de la reunión entre los enviados de Aznar y la cúpula de ETA, en 1999, y allí se habla de política: un emisario dice que el Gobierno no busca la "derrota" de la banda, se reconoce la existencia de un "conflicto", se habla de la Constitución, de los estatutos, del margen que tiene un presidente para cambiar el estatus de una comunidad como la vasca... --Mire, mire, mire...

--Eso, ¿es o no negociación política? --No, no, no, es que no se habló de eso. Le recuerdo que cuando ETA rompió la tregua dijo que lo hacía porque el PNV no había cumplido sus compromisos y porque el Partido Popular no quería hablar de política.

--De política se habló, otra cosa es que no hubiera contrapartidas políticas... --No, no, no, ni se habla de política. Es decir, hay que tener la cosas muy claritas: la política la hacen los representantes de la soberanía nacional, no unos señores con pistolas. Si eso no lo tenemos claro, en cierta manera damos una esperanza a los terroristas. Por eso yo era un hincha del pacto antiterrorista, en el que el PP y el PSOE le decían a ETA: oiga, no se negociará nunca, y por tanto pierda toda esperanza de conseguir ningún objetivo político. Lo que pasa es que luego llegó alguien al Gobierno que se creyó Adán.

--¿Qué cesiones políticas irreversibles ha logrado ETA con Zapatero? --La primera, que ha vuelto al Parlamento vasco y a los ayuntamientos. Y ahora se ilegaliza a EHAK y a ANV, pero llevan muchos meses financiándose con nuestros impuestos. ¡Tiene gracia! La imagen del Estado también quedó muy lesionada con el espectáculo del etarra De Juana. Fue un manejo de la ley impropio de una democracia: primero se le manda a dar paseos por San Sebastián y luego, cuando ETA rompe la tregua, se le mete en la cárcel y no pasa nada. También fue impropia la actuación de la fiscalía, cambiando de criterio a conveniencia, como dijo el propio ministro de Justicia. Y creo que fue una pésima noticia plantear este tema al Parlamento europeo para que aprobara una negociación política. Pero mejor miremos al futuro.

--De acuerdo, miremos al futuro. De ser presidente, ¿agradecería que el jefe de la oposición le prestara el grado de apoyo frente a ETA que usted ha dado a Zapatero? --Sí. Agradecería que el jefe de la oposición me dijera que yo no podía negociar con ETA, y que tenía que cumplir la ley. Que cumpliera sus pactos y compromisos, porque la política que yo he defendido es la que firmamos PP y PSOE. Que me recordara que tengo que cumplir mis compromisos ante los españoles.

--El pacto anti-ETA también determina quién ejerce el liderazgo en la lucha antiterrorista... --¿Liderazgo? El Gobierno.

--Pero en esta legislatura el PP ha planteado la colaboración antiterrorista como un derecho de veto: sólo apoyo al Gobierno si hace lo que le digo que tiene que hacer. --Pero es que la política anti-ETA estaba pactada, y Zapatero no ha cumplido. Nos ha engañado a todos, a mí el primero. A mí me ha engañado, y a los españoles.

--¿En qué le ha engañado? --Al decirme que no iba a hablar de política con ETA y que después del atentado de la T-4 había ordenado cancelar los contactos. Me lo dijo a mí y se lo dijo al Congreso de los Diputados. Me engañó a mí, a los españoles y a la soberanía nacional.

--Pero usted ha cometido excesos, como el de acusar a Rodríguez Zapatero de "traicionar a los muertos"... --Unas veces uno está más afortunado y otras menos. Esa frase podría no haberse dicho, pero es que la política antiterrorista ha sido un fiasco, un enorme error. Y yo hice lo imposible para que el presidente no hiciera lo que hizo. Le dije ochenta veces que se estaba equivocando.

--Reconocerá al menos que han contribuido al clima de crispación... --A mí estas cosas me hacen mucha gracia. Yo puedo tener multitud de defectos, pero lo que no soy es un crispador. Soy un hombre moderado y equilibrado que ha acreditado capacidad para llegar a acuerdos. Quien ha liquidado parte de las señas de identidad del PSOE es Zapatero: los conceptos de nación y de ciudadanos libres iguales. Este hombre no ha hecho una política socialista, pienso que ni cree en el socialismo. ¿Cuál ha sido su proyecto nacional? Debatir sobre la guerra civil, discutir cuántas naciones somos... Ningún socialista con espíritu crítico entiende lo que ha hecho.

--¿Y las manifestaciones? --¡Como si el derecho de manifestación no fuera un derecho que pudieran ejercer los ciudadanos! ¿O es que cuándo estábamos en el Gobierno la gente no se manifestaba?

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