Los vientos soplan con mucha fuerza en Galicia y conducen las manchas de fuel hacia la costa. La zona que corre más peligro es la ría de Arousa, pero también es la zona donde los marineros están más preparados. Ayer, arriesgaron su vida echándose a la mar en medio de un temporal con olas de hasta siete metros para detener el avance del fuel. El mal tiempo echó por tierra los planes de choque y los pescadores se quedaron solos en su esfuerzo.

Los barcos anticontaminación no pudieron salir ayer porque no pueden trabajar en esas condiciones y tampoco las lanchas pequeñas. Sólo unas 40 embarcaciones de las miles que estaban preparadas lograron partir. Tampoco funcionaron las barreras anticontaminación. La fuerza de las olas y el viento las rompen.

UBICACION CONTROLADA

El presidente de los empresarios grovenses y miembro del Comité de Crisis, Nano Besada, explicaba ayer que "los marineros se están jugando la vida, porque las condiciones del mar son muy malas, hay fuerte oleaje y se están desesperando por retirar las galletas, cuya ubicación está siendo controlada". "Lo que necesitamos es que se desplacen aquí los barcos de la Armada para ayudarnos a extender las barreras que permitirán reunir las manchas en una zona concreta y poder retirarlas", explicaba Besada, y añadía que "el trabajo es bastante difícil".

Pese a los esfuerzos, algunas manchas se han colado hacia el interior de la ría y han alcanzado playas de Cambados y Vilanova. Los vecinos se han apresurado a quitarlas con sus manos.

La playa de Tragote, en Cambados, y la de San Miguel, en Vilanova, fueron las más afectadas. Cambados comprobó ayer la efectividad de unas bombas de Alemania que son capaces de recoger cada una de ellas 10 toneladas por hora. Comprarán seis.

Ayer, los grovenses se acostaron pendientes del mar y de la marea negra. "Si el temporal continúa así, pronto la tendremos aquí", decían los marineros. Una de las grandes manchas estaba ayer ya a sólo 35 millas de la costa, entre el Miño y el cabo Silleiro.

En el Cantábrico, la situación es algo mejor. El viento respeta esta costa y no parece que vayan a llegar manchas este fin de semana, pero el temporal dificulta la localización de placas de fuel.