La coalición anglo-norteamericana no consigue garantizar el aprovisionamiento de sus columnas de blindados que se aproximan a Bagdad. Tras cinco días de combates, la fuerzas iraquís en Nasiriya continúan hostigando a los aliados en su marcha hacia el norte. Ayer, un convoy de marines fue objeto de una emboscada no lejos de la ciudad.

Durante una media hora, decenas de vehículos blindados que transportaban comida, agua y combustible tuvieron que detener su avance bajo el fuego enemigo, ante lo que la agencia Reuters describió como un "asalto coordinado" de expertos francotiradores situados estratégicamente. La escasa visibilidad debida a una tormenta de arena jugaba a favor de los iraquís.

Aunque 30.000 soldados de EEUU y Gran Bretaña ya han cruzado el Eufrates en dirección hacia la capital iraquí, los mandos estadounidenses y británicos no se atreven a proclamar que controlan la retaguardia, enfrentados a una encarnizada guerra de guerrillas.

BALANCE DE MUERTOS

Nasiriya es una ciudad de alto valor estratégico puesto que por ella pasa una de los dos únicos grandes carreteras que enlazan el centro de Irak (Bagdad) con el sur (Basora)

La batalla por los puentes que cruzan el Eufrates en Nasiriya ha tenido un coste muy elevado para los aliados. El parte de bajas todavía no fue dado a conocer, pero se espera muy elevado. En el bando rival, un periodista francés llegó a contabilizar el martes 15 cadáveres iraquís, aunque otras fuentes elevaban la cifra a un mínimo de 30 muertos.

Los combates han sido tan encarnizados que EEUU acusó ayer a las fuerzas iraquís de haber cometido en esta batalla "crímenes de guerra". Soldados iraquís que se habían rendido abrieron fuego tras levantar la bandera blanca.