Más de 2.500 extremeños han consultado en la Unión de Consumidores de Extremadura (UCE) cómo actuar ante las prácticas abusivas de las operadoras telefónicas. De ellos, 1.712 llevaron a cabo una reclamación en el último año.

Los datos revelan, por un lado, que por primera vez las reclamaciones sobre telefonía superan en la región a las vinculadas a la vivienda, convirtiéndose así en el sector más denunciado; por otro, que el 30% de las reclamaciones totales en la región (12.156 el último año), son a operadoras telefónicas.

En cuanto al tipo de reclamaciones, si bien la mayoría parten del ya legalizado servicio de preasignación, los problemas aparecen a la hora de darse de baja de una compañía. Antes, una voz al otro lado del teléfono, llamaba y preguntaba si querría cambiar de empresa con el aliciente de una oferta concreta. Con un sí durante la conversación era suficiente para que esa preasignación se hiciera realidad en ese mismo momento. El truco estaba en que podía haber partes del contrato firmado telefonicamente que no se especificaban durante la conversación.

Ahora, desde agosto, las operadoras telefónicas están obligadas a grabar la conversación con la que se formaliza el contrato para poder demostrar que el cliente ha dicho que sí, que quiere cambiar de operadora.

Por esto, desde la Unión de Consumidores de Extremadura, su secretario general, Javier Rubio, recomienda que "durante la conversación no se concrete si se quiere o no el servicio. Lo que se debe hacer es solicitar más publicidad sobre la oferta y el contrato por escrito, para poder valorarlo". De esta manera, lo que se consigue es evitar adquirir un compromiso legal sin leer un contrato del que no se conoce toda la letra pequeña .

Otra de las reclamaciones más usuales es la que el cliente realiza cuando, tras darse de baja de su compañía de teléfono, ve como siguen llegando facturas con cargo a un servicio de acceso indirecto . El cliente, después de haber conseguido darse de baja, sigue recibiendo mensualmente, una factura en la que se le exige un dinero por un servicio que no ha usado ni cuando era cliente ni una vez dado de baja.

Desde la UCE, lo que se aconseja es que si no se ha dado de baja todavía de su compañía actual, cuando quiera hacerlo no deje todo en manos de su nueva operadora telefónica. Cuando se quiera cambiar de compañía deberá solicitar la baja total de todos sus servicios, "recalcando lo de todos los servicios " afirma Rubio, mediante un fax.

En el caso de que ya se haya dado de baja y la operadora de turno le siga mandando facturas, la única solución que desde la UCE se plantea es la de recurrir a la Junta Arbitral de Consumo, donde "las últimas denuncian se están resolviendo a favor del reclamante ya que se entiende que ese servicio de acceso indirecto no lo quiere el cliente y

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