Tras los incendios, las administraciones quizás no han hecho una apuesta decidida para ordenar bien los cultivos forestales, ni por recuperar las especies autóctonas, y tampoco se han tomado las medidas necesarias para disminuir la extensión de los cultivos forestales.

Sin renunciar a los cultivos forestales, ya que estos tienen una gran importancia económica en la zona y mucha gente vive de la madera, hay que intentar repoblar con especies autóctonas, como alcornoque y encina, y para las zonas de mayor altitud roble melojo. Este bosque mediterráneo arde con menos facilidad y se regenera antes que el pino. Lo ideal sería que desaparecieran los monocultivos extensos y que se interrumpieran con otras zonas de bosque mediterráneo, ya que frenaría la expansión del fuego en caso de incendio.

*Coordinador de Adenex