Hasta Bono, en su calidad de presidente del Congreso, hizo una petición para que se mantuviera la cortesía con la persona que en ese momento tenía la palabra --la diputada socialista Trujilllo-- y hacia la comunidad de cuyo Estatuto se estaba debatiendo. El debate generó ayer escasa expectación en el pleno celebrado en el hemiciclo nacional, lo que se dejó notar en la poca presencia de diputados durante su desarrollo --que contrastó con la amplia representación de la Cámara extremeña, que siguió el pleno desde una de las tribunas de invitados-- y el murmullo constante en la sala, acentuado a última hora.

Sin embargo, a su salida del pleno, la delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira, mostró su satisfacción por lo ocurrido durante la sesión plenaria, que definió como "un debate intenso", en el que, a su juicio, "todos los grupos han estado muy implicados". En la misma línea se pronunció la presidenta del Consejo Consultivo, Rosa Elena Muñoz, que consideró que la sesión había sido "muy interesante", si bien reconoció que "sí hubiera sido una deferencia una mayor presencia de los representantes de todos los españoles, que son los diputados". Zapatero y Vara salieron juntos del hemiciclo y se entrevistaron durante unos minutos en el despacho de Bono.