La evolución demográfica ha provocado que aumente a gran ritmo la población mayor en Extremadura. De hecho, a día de hoy cerca del 20% del censo regional está formado por personas de más de 65 años. Esto, unido a los cambios sociales, ha llevado a que en la actualidad más de 40.000 ancianos extremeños vivan totalmente solos y, en muchas ocasiones, en deficientes condiciones sociosanitarias.

Los resultados del último censo de población y vivienda del Instituto Nacional de Estadística (INE) no dejan lugar a dudas. En Extremadura hay 42.466 ancianos que viven solos, la mayoría de ellos mujeres (el 74,6%). Esto supone, entre otras cosas, que dos de cada diez mayores no tienen ninguna compañía en su propio hogar.

A esto hay que sumar que en algunas ocasiones sus viviendas no reunen las mejores condiciones sociosanitarias y, además, estos mayores no están muy bien comunicados para casos de emergencia. Para empezar, nueve de cada diez no disponen de ascensor en su edificio pese a que viven en pisos y no en casas de una sola planta, lo que les dificulta en gran medida la movilidad a medida que aumenta su edad. Un porcentaje parecido, e incluso algo superior, tampoco tiene coche propio y más de 7.500 de estos solitarios mayores están en viviendas sin línea de teléfono fijo, aunque este último problema se ha subsanado en gran medida con la generalización del uso de los móviles.

CALIDAD DE VIDA A la hora de analizar las condiciones en las que viven estos ancianos, aunque la gran mayoría reconoce la buena situación de sus edificios, hay más de 4.400 que critican el mal estado de las instalaciones e incluso algo más de 200 califican de "ruinoso" el estado en el que se encuentra su edificio.

La mayoría de los pisos en los que residen no tienen instalados sistemas de calefacción ni de aire acondicionado --aproximadamente el 90%--, con lo que en invierno continúan recurriendo a los más tradicionales braseros o radiadores de aceite.

Por lo que se refiere a las deficiencias estructurales que presentan estas viviendas, los datos del último estudio del Instituto Nacional de Estadística desvelan, por ejemplo, que más de 6.000 ancianos --de los que viven solos-- soportan graves problemas de ruido procedente del exterior, especialmente los que se encuentran en las zonas céntricas de las grandes ciudades.

En el caso del agua corriente, ya es un servicio generalizado en toda la comunidad extremeña y sólo 177 reconocen que no disponen del mismo.

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