La movida cacereña, la más representativa y polémica de Extremadura, alcanza esta semana un clima de tensión límite después de que los bares más representativos del ocio nocturno permanecieran el sábado abiertos toda la noche por segundo fin de semana consecutivo. Esa tensión se ha visto más acentuada si cabe después de que el ayuntamiento anunciara ayer que está dispuesto a ordenar el cierre de los locales que incumplan el horario con tal de garantizar el derecho al descanso. Así lo aseguró a EL PERIODICO el edil de Seguridad, Santos Parra, quien reiteró que será contundente a la hora de defender la paz ciudadana y la normativa vigente.

Los empresarios iniciaron su huelga el 18 de octubre y la continuaron el día 25, en protesta por la instalación de unas barras para servir copas en el recinto hípico sin límite de horario. Los afectados insistieron ayer en que el ayuntamiento debe regular estas autorizaciones porque, al no tener hora de cierre, sus negocios se ven perjudicados. Si no es así, el próximo fin de semana volverán a repetir el plante.

Mientras tanto, Santos Parra anunció que el consistorio entablará conversaciones con la Junta de Extremadura y con la Delegación del Gobierno con el fin de que el procedimiento administrativo para penalizar a los locales sea más rápido y pueda incluso llegarse al cierre.

Parra recordó que hay potestad administrativa para que los precintos se efectúen después de la tercera infracción. El presidente de la Asociación de Vecinos de La Madrila, Miguel Salazar, coincidió con el concejal y explicó que es la Junta Local de Seguridad la que puede acordar el cierre temporal o definitivo.

Para Salazar es el momento oportuno de dar este paso "porque hay --dijo-- sentencias firmes en otras ciudades". Añadió que "en Cáceres podemos llegar a situaciones muy alarmantes si no se ataja la desobediencia civil" e insistió en que si es la autoridad municipal la que otorga unas licencias, la misma administración puede "retirarlas en función de una sanción".

"NO HAY MAS QUE HABLAR"

Parra reiteró que el equipo de gobierno velará para que "la actividad que se ejerce en los bares se corresponda con la licencia para cuya actividad se dio licencia" y subrayó, eso sí, que las lagunas horarias que permiten a los bares reabrir a las seis de la mañana debe subsanarlas la Junta. "La pelota --dijo-- está en su tejado".

El concejal fue tajante y aseveró que utilizará toda la normativa legal a su alcance para evitar "el disloque" y hacer "guardar la compostura. Haremos que se cumpla la legislación de la Junta y no hay más que hablar, la cumpliremos a rajatabla, sea con denuncias, multas o con cierres".

Santos Parra negó que el argumento de las barras del hípico fueran un buen pretexto para la huelga y comentó que no existe ningún expediente policial contra esas barras. "Dí orden taxativa de que se cerraran a las dos". Esta versión se contrapone con la de los hosteleros, que ayer reiteraron que las barras del ferial estuvieron el jueves abiertas hasta las seis de la mañana y que "si no hay expedientes de la policía es porque nadie le ordenó que controlaran esas barras".

Las reacciones políticas volvieron ayer a suscitarse. Carmen Heras, portavoz municipal del PSOE, dijo que este nuevo plante demuestra que "el principio de autoridad del alcalde se ha visto dañado" y exigió al ayuntamiento que solucionase el problema contando con todas las partes. Lo mismo hizo Víctor Casco (portavoz de IU), que apeló al diálogo con la Junta y los hosteleros "como única solución para que todos los afectados vean resueltas sus necesidades".