Las pruebas del desafío de Irak a la ONU presentadas ayer ante el Consejo de Seguridad por el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, para empujarle a autorizar la guerra contra Sadam Husein, no lograron cambiar la mayoritaria posición de sus miembros en favor de conceder más tiempo a los inspectores. Francia, país que encabeza la oposición al belicismo de EEUU, resumió el sentir del organismo al señalar que "ante la elección entre la intervención militar y un régimen de inspecciones que es inadecuado por la falta de cooperación iraquí, debemos optar por el refuerzo decisivo de los medios de inspección".

"El uso de la fuerza sólo puede ser el recurso final", dijo el ministro de Exteriores francés, Dominique de Villepin, que propuso triplicar el número de inspectores.

SACAR CONCLUSIONES

En el mismo sentido, se manifestaron Rusia y China quienes, al igual que Francia, tienen poder de veto por ser miembros permanentes del Consejo. "La información que hoy nos ha dado el secretario de Estado de EEUU indica de nuevo, de forma convincente, que las actividades de los inspectores deben continuar", dijo el ministro de Exteriores ruso, Igor Ivanov.

"Debemos respetar las opiniones de las dos agencias de inspectores de la ONU y apoyar la continuación de su trabajo", remató el ministro de Exteriores chino, Tang Jiaxuan, opinión secundada por Camerún, México, Chile, Angola, Siria y Alemania. Guinea y Paquistán fueron más ambiguos sobre y señalaron la necesidad de que Irak responda, de forma clara a las preguntas de Powell.

Sólo Gran Bretaña, Bulgaria y España se alinearon con EEUU. "Está claro que Irak no tiene intención de cumplir la resolución 1441" dijo el ministro de Exteriores británico, Jack Straw. Su colega española, Ana Palacio recalcó que "no tiene sentido seguir dando tiempo a los inspectores".