Juan de la Cruz, de 12 años, echó ayer de menos la presencia de muchos de sus compañeros del colegio, en su primer día como alumno del instituto Santa Eulalia de Mérida. Esta primera toma de contacto sirvió para que Juan conociera sus horarios, asignaturas y a sus profesores. Además, dice, "el tutor ha explicado las normas del centro", un lugar donde empieza una nueva etapa de su vida, "más difícil ya que el cambio del colegio al instituto es muy duro", asume.