La violencia de género y doméstica genera en Extremadura una media anual de 415 causas penales, dato del que se desprende que aproximadamente el 5,13% de los asuntos judiciales objeto de sentencia penal están relacionados con estas acciones delictivas de maltrato.

Es uno de los muchos datos estadísticos recogidos en el estudio que el catedrático Joaquín Cuello y su equipo de la Facultad de Derecho de la Uex han elaborado y que no será el único. Tras él seguirá una segunda entrega en la que, anunció ayer la directora del IMEx, María Jesús Pulido, "se analizará el siguiente periodo, del 2002 al 2008, o lo que es lo mismo, el inmediatamente anterior a la ley de violencia de género y el posterior a la puesta en marcha de esta ley, lo que nos permitirá comparar el comportamiento no solo de las mujeres, sino también de los tribunales de justicia y de todos los operadores jurídicos que hay alrededor de este fenómeno, y contrastar, medir y evaluar la eficacia de la ley desde esa perspectiva".

Volviendo a los datos del primer informe, para cuya elaboración se han estudiado 105.000 sentencias relativas a los 13 años que abarca el periodo elegido (1990-2002), el equipo revela que la evolución de las conectadas con el fenómeno de la violencia de género y doméstica (5.390) "responde a un crecimiento progresivo, acentuado además en los últimos años"; así como que el incremento es muy parecido en ambas provincias extremeñas --de los 5.390 casos, 3.266 se registraron en la provincia de Badajoz y 2.124 en la de Cáceres--.

Los datos también reflejan un incremento, año a año, en el porcentaje de condenas, aunque en este caso si se desglosan por provincias se observa un porcentaje sensiblemente superior en Cáceres (52%) frente a Badajoz (45%). Y distinguiendo según se trate de faltas o delitos, "se aprecia que las sentencias por infracciones penales conectadas a la violencia doméstica representan un 7,5% del conjunto total de las faltas y un porcentaje aún más exiguo, el 1,29% del total, cuando se trata de sentencias por delitos". No obstante, en este punto se matiza que "este último dato ha de relativizarse, en tanto que hasta la reforma penal del 2003 no alcanzan rango de delito, sino solo de falta, los malos tratos no habituales que no llegan a constituir lesión, así como las amenazas y coacciones leves, circunstancia que sin duda, si se consultasen los porcentajes actuales, determinarían un índice mayor de este tipo de violencia en el ámbito de los delitos".

Perfil de los autores

En cuanto al perfil del autor de este tipo de violencia, el estudio corrobora que, sin lugar a dudas, se trata mayoritariamente de un hombre --en el 88% de los casos el agresor es hombre, frente al 12% en que se trata de una mujer--, ya que a lo largo de los trece años que abarca el estudio el número de conductas violentas masculinas se eleva a 4.021 y las femeninas no llegan a 500 (son 493).

Por lo que respecta a la edad, "se aprecia un ligero incremento delictivo conforme aumenta la edad del autor"; y en cuanto a la ingesta de alguna sustancia nociva, "se observa que la presencia del alcohol es la más frecuente". Y se pone asimismo de manifiesto que "alrededor de una cuarta parte de los casos de violencia se producen cuando ya median trámites de separación o los cónyuges se encuentran separados", que "buena parte de los casos vienen acompañados de problemas con la custodia de los hijos", y que "el domicilio familiar es el lugar donde con más frecuencia se produce la agresión".