Cáceres registra cada mes una media de cinco muertes violentas, entre las que se contemplan los homicidios, pero también los accidentes y los suicidios. De éstos, según las memorias del Instituto Anatómico Forense de la ciudad, los homicidios son los menos frecuentes, pues de hecho, en los últimos tres años se han registrado tan sólo cuatro --tres el año pasado, uno en el 2002 y ninguno en el 2001--.

Los datos también reflejan que la mitad de estas muertes homicidas son por arma de fuego, ya que de las cuatro citadas dos se produjeron por esta causa --una en el 2003 y una en el 2002--, muertes a las que ahora se suma la producida el pasado miércoles en la calle Pintores.

INVESTIGACION Todas estas muertes son investigadas por el Instituto Anatómico Forense de la ciudad --comprende los partidos judiciales de Cáceres y Valencia de Alcántara--, que incluye en su actividad tanto las muertes violentas como aquellas que son sospechosas de criminalidad, es decir, los casos en los que se desconocen los antecedentes y que son investigados para determinar si han sido muertes por causas violentas o naturales.

La memoria 2003 del Instituto Anatómico Forense cacereño recoge que de las 65 muertes investigadas el pasado año 51 fueron muertes violentas y 13 fueron por causas naturales; y refleja también que fueron los homicidios y los suicidios los que hicieron que las muertes violentas experimentaran el año pasado un ligero ascenso con respecto a las registradas el año anterior, en el que se contabilizaron 48.

Por otra parte, respecto a las actuaciones judiciales derivadas de delitos de tráfico de drogas, y más concretamente cometidos en establecimientos hosteleros, recordar que el último juicio por esta causa celebrado en Cáceres fue el pasado 18 de febrero.

La Audiencia juzgó a un hostelero cacereño, regente de un céntrico bar de copas, por vender droga en éste. Fue condenado, por un delito contra la salud pública, a 10 años de prisión y una multa de 2.368 euros.