La venta de la píldora postcoital sin receta ni límite de edad ha generado una riada de críticas a favor y en contra de esta medida del Ministerio de Sanidad. Entre los contrarios está el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, que aboga por su dispensación gratuita en los centros de salud de toda España. Señalan los facultativos que este anuncio supone una "banalización" del consumo de este fármaco, especialmente entre la población joven, que podría hacer utilizarlo sin valoración ni seguimiento de su seguridad. Por ello, recomiendan la dispensación gratuita en los centros de salud.

Discrepa sobre esta valoración la Sociedad Española de Contracepción (SEC), que insiste en "la seguridad" y "la eficacia" de esta píldora. Este colectivo llevaba años reclamando medidas como ésta y recuerda que se trata de un fármaco dentro de la lista de medicamentos esenciales de la Organización Mundial de la Salud, cuyo uso generalizado podría evitar un 70% de abortos.

"La política de libre dispensación de este fármaco", algo que ocurre ya en 38 países, es motivo de satisfacción para la Sociedad Española de Contracepción, que lamenta, sin embargo, la "mucha desinformación" existente en torno a este tema.

La iglesia también se ha sumado a la polémica y el cardenal arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo, rechaza la venta en farmacias de la píldora y propone que el Gobierno lleve a cabo una "auténtica campaña positiva de formación de las personas en el plano afectivo y sexual, en lugar de poner parches a los problemas".

En este sentido, la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, incidió ayer en que la distribución sin receta de la píldora postcoital es "sólo una medida más" dentro de la Estrategia Nacional de Salud Sexual y Reproductiva del Gobierno.

Sin embargo, la Confederación Católica de Padres de Alumnos (Concapa) ha pedido la dimisión de la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, por "irresponsabilidad y corrupción de menores".