¿Aumento del IVA? Cómo, dónde, cuándo, por qué. Un mes después de su entrada en vigor, todavía hay quien no se ha percatado o no tiene demasiado claro cómo se está aplicando la subida decretada por el Gobierno sobre el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) y cuyo objetivo de inyectar liquidez a las arcas públicas y reducir el déficit del Estado. Para solucionar estas dudas, organizaciones como Eroski han publicado guías que pretenden aclarar al ciudadano el alcance de la medida.

¿Cómo se está aplicando?

Desde el pasado 1 de julio, el tipo general del IVA --con el que están gravados la mayoría de los productos y servicios que se adquieren-- ha pasado del 16% al 18%. Es decir, de cada 100 céntimos que cuesta un producto, 18 van a parar a las arcas públicas, en lugar de los 16 que se recaudaban hasta hace un mes. Igualmente, el tipo reducido, que se aplica a la hostelería, a servicios sociales o a espectáculos culturales y deportivos, se ha elevado del 7% al 8%, mientras que el tipo superreducido, que se aplica a alimentos básicos (pan, leche, frutas y verduras), las viviendas de protección oficial o algunos productos culturales (libros, periódicos y revistas), se mantiene al 4%.

También hay que tener en cuenta que no tienen IVA la educación, los servicios culturales (como los museos y las bibliotecas), la asistencia sanitaria y la asistencia social. Tampoco las primas de los seguros, las operaciones financieras, algunas operaciones inmobiliarias y los servicios postales.

¿Cómo afecta al bolsillo?

Las estimaciones son diversas y sitúan el gasto adicional entre los 150 y los 350 euros anuales por familia. Sin embargo la cifra puede variar en función del tipo de consumo que haga cada hogar. Además, hay que tener en cuenta que algunas empresas han decidido asumir ese coste, reduciendo sus márgenes de beneficio, para evitar una subida de precios que pueda ahuyentar a los clientes. El aumento se nota más en las compras que exigen grandes desembolsos y en aquellas que, sin ser tan cuantiosas, son constantes, como el trasporte público o las facturas de luz y agua, según apuntan desde Eroski Consumer.

¿Quiénes lo notan más?

Los colectivos con menor poder adquisitivo: pensionistas, asalariados y autónomos mileuristas, que suman 18,4 millones de personas en España. Según los técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA), 26 millones de ciudadanos con unos ingresos por debajo de 30.000 euros (el 88% del total) pagarán buena parte de la subida, algo que "retraerá el consumo, que es una de las causas del desplome de la recaudación del IVA en el último año".