El decreto de medidas urgentes en materia de incendios forestales fue aprobado el 22 de julio por el Consejo de Ministros, a raíz del gravísimo fuego que asoló Guadalajara y que causó la muerte de los integrantes de dos retenes. Este decreto incluye, entre otras cuestiones, la prohibición de hacer barbacoas o cualquier tipo de fuego en el campo y la restricción de accesos a zonas forestales e, incluso, la prohibición absoluta de transitar por ellas. El decreto fue completado por otra norma el 29 de julio.

Las disposiciones ya han sido cuestionadas por varias comunidades autónomas, desde donde se ha indicado que estas obligaciones vulneran competencias de índole autonómica y no pueden ser establecidas por el Gobierno central. Sin haber hecho una declaración explícita de ´rebeldía´, Extremadura ya ha anunciado que autorizará actividades no permitidas en el decreto, como las carboneras, y no ha articulado el aprovechamiento de la biomasa forestal tal y como también marca la normativa.