Para intentar hablar con investigadores como Julián Chaves, entregados en Extremadura al esclarecimiento de qué ocurrió con las víctimas de la Guerra Civil y del Franquismo, hay que tener en cuenta que lo más probable es que se encuentre excarvando en la historia, rodeado de documentos llenos de polvo y en lugares casi incomunicados.

Esta labor en los archivos públicos y privados --muchos de ellos "casi inaccesibles"-- que realizan este tipo de expertos ha servido al juez Garzón para hacer un primer cálculo de los desaparecidos por motivos políticos entre 1936 y 1975 a manos de las tropas nacionales, primero, y de los órganos de represión, después.

Según los datos facilitados al magistrado de la Audiencia Nacional por las distintas asociaciones de recuperación de la memoria histórica, en Extremadura se contabilizan 10.266 desaparecidos. Esa cifra es menor a la de 15.000 que han llegado a estimar investigadores como el propio Julián Chaves o las 20.000 de las que ha hablado en alguna ocasión la Asociación Regional de Recuperación de la Memoria Histórica.

¿A qué se debe esa discrepancia en las estimaciones? Chaves asegura que la clave de la cuestión radica en la identificación y verificación de las víctimas. "El auto del juez se refiere a las 10.000 que ya han sido registradas, con nombres y apellidos; mientras que nosotros también incluimos a otras personas que, por testimonios documentales o lo que nos cuentan testigos o familiares, sabemos que murieron a manos del Franquismo pero aún no las hemos podido identificar completamente o nos faltan pruebas suficientes para demostrarlo", explica el historiador de la Universidad de Extremadura (Uex).

En todo caso, el listado de Garzón no es cerrado. Como recoge el auto, estas cifras deben ser todavía "contrastadas, analizadas y renovadas para completarlas y actualizarlas al máximo, excluyendo e incluyendo los nombres que día a día se identifican o los que están llegando a la causa". Es decir, los juzgados podrán incorporar los casos que investigadores como Chaves y las organizaciones extremeñas de víctimas vayan sacando a la luz.