CACERES

Primera semana de guerra en la retaguardia extremeña. Las protestas se extienden por la región. En las ciudades grandes el entusiasmo de los primeros días se enfría, pero en las villas prende la semilla del pacifismo: las comitivas recorren las calles de Coria, de Llerena, de Arroyo San Serván... Hay huelguistas de hambre en la Vera, aparecen pancartas en los balcones de Arroyo de la Luz, de Sierra de Fuentes...

Ecologistas en Acción convoca esta noche a las 22 horas un apagón en los domicilios extremeños. Se prepara una marcha a la base aérea de Talavera y los trabajadores de las empresas grandes cumplen la consigna de parar 15 minutos los días señalados por los sindicatos.

Hay más protestas, pero las grandes manifestaciones movilizan a menos gente. Hasta ahora, Cáceres había sido el estandarte de la resistencia con los 5.000 manifestantes del sábado 15 de marzo y los 3.000 del primer día de la guerra. Pero este jueves sólo hubo un millar. No desciende notablemente el número de adultos participantes, aunque sí hay bastantes menos jóvenes.

Las manifestaciones en la retaguardia extremeña son pacíficas. También la policía nacional actúa con sosiego democrático. No hay agresividad en las pancartas: predomina el no a la guerra y sólo se ven algunas fotos irónicas de Aznar, algunas imágenes sangrientas de víctimas iraquíes...

Curiosidades... La primera semana bélica nos deja una pancarta en un balcón de la calle Sánchez Manzano de Cáceres en la que se lee: "No a la guerra y no a las vecinas". En Mérida circulan billetes de euros con el no a la guerra estampado sobre el mapa de Europa. Repercusiones económicas... Se extiende el miedo a viajar fuera de Extremadura (un 20 % menos de reservas en las agencias). A cambio, se espera un aluvión récord en la pacífica Semana Santa de Cáceres: 100.000 turistas.