En Mérida sí se puede decir que el ocio diurno está ganando terreno desde hace ya tiempo. En la capital autonómica la zona reservada para el botellón es el recinto ferial, pero solamente acuden jóvenes los fines de semana. Sin embargo, sí que hay cierta problemática con este asunto, porque en ocasiones (fundamentalmente en los meses de verano) se reúnen grupos de jóvenes para beber en el entorno de la alcazaba y el paseo de Roma, con las consiguientes molestias y quejas que esto causa. No obstante, son zonas en las que no hay viviendas, así que se trata sobre todo de problemas de limpieza e imagen para los turistas.

Con respecto al ocio de día, el entorno de la plaza de España es una de las zonas que más gente concentra y es allí donde más han proliferado en los últimos años las terrazas, junto con el Arco de Trajano, una de las zonas de moda de la ciudad. También, cada vez más, la gente sale a desayunar, incluso en los fines de semana, aunque muchos bares aprovechan estos días que no hay funcionarios para abrir más tarde.

En Mérida actualmente no hay denuncias por problemas de ruido, más allá de los días de la feria, cuando es habitual que se autoricen las barras en la calle y alguna zona en el centro para que la gente haga botellón. Hace unos años sí que fue una problemática más acuciante (la concejala Raquel Bravo fue juzgada por los ruidos del pub Caramelo), aunque está superada ahora porque en las zonas de moda no hay apenas viviendas.

En relación a la legislación, no se ha llevado a cabo ninguna modificación en los últimos años relativa a la instalación de veladores. ROCíO ENTONADO