Mérida y Plasencia continuaron siendo en el 2010 las ciudades extremeñas con un mayor nivel de endeudamiento, con 724 y 611 euros por habitante, muy por encima de los 118 euros de Don Benito, los 376 de Badajoz o los 383 de Cáceres. Con todo, el año pasado muchas de las principales poblaciones extremeñas consiguieron contener su volumen de deuda. Así, conforme a las estadísticas que el Ministerio de Economía y Hacienda dio a conocer el pasado jueves, de las veinte de mayor tamaño, once redujeron los pasivos contraídos con los bancos y cajas (los datos del ministerio no incluyen deudas con proveedores o con la Seguridad Social). Esta evolución está en sintonía con lo que ocurrió con el conjunto de los municipios extremeños, que a lo largo del 2010 recortaron su deuda un 2,1% (de 308 a 301 millones) y contrasta con lo que sucedió en el 2009, cuando el volumen de deuda local se incrementó más de un 19% en la comunidad autónoma.

La media de deuda local por habitante en Extremadura es de 272 euros, frente a los 613 que se promedian en España. "Si se compara con la media nacional, la deuda extremeña es bastante asumible. Los ayuntamientos extremeños están, en líneas generales, poco endeudados", asegura Ramón Díaz Farías, presidente de la Federación de Municipios y Provincias de Extremadura (Fempex). Díaz Farías añade que, excepto en dos casos, los de Plasenzuela y Casas de Miravete, ninguna población se acerca al límite de endeudamiento marcado por el Gobierno (125% de deuda sobre los ingresos corrientes no financieros), por lo que incluso seguirían teniendo margen de maniobra para financiarse. Igualmente, resalta el papel que ha podido jugar el Plan E a la hora de contener el gasto, ya que "ha permitido hacer muchas obras en los pueblos sin inversión municipal".

La localidad de la que es alcalde Díaz Farías, Villanueva del Fresno, está en el grupo de cabeza de las que más deuda tienen en relación a su cifra de habitantes (1,7 millones de euros para un total de 3.363 vecinos, una media de 529 euros). En este sentido, explica que "el problema que tenemos muchos ayuntamientos es que después de gestiones nefastas, las herencias son muy difícilmente subsanables en plazos cortos de tiempo". "Mi ayuntamiento tiene deudas, pero ya no tiene trampas ", añade el presidente de la Fempex, que cifra en unos dos millones de euros la "deudas no reconocidas" que existían en este consistorio cuando se hizo cargo de él en el 2003.

MODELO DE FINANCIACION Aunque el diálogo sobre la Ley de Haciendas Locales está abierto desde hace varios años, a día de hoy los ayuntamientos siguen sin contar con un nuevo modelo de financiación local que ajuste la dotación presupuestaria de las administraciones locales a los servicios que prestan. ¿Cuándo llegará el cambio de sistema? "Es la pregunta que nos hacemos a diario todos los alcaldes", responde el máximo responsable de la Fempex, que subraya que con el actual modelo la participación que tienen los ayuntamientos en los ingresos del Estado "también disminuirá este año, como sucedió el ejercicio pasado, lo que nos va a asfixiar un poquito más si cabe".

El presidente de la Fempex hace hincapié en que la nueva ley de financiación "tiene que ir ligada a un estatuto básico de gobierno local, donde se definan los servicios y las competencias de los municipios. Una vez que consigamos eso, habrá que hablar de financiación". No obstante, reconoce que, con la actual coyuntura económica, no es el mejor momento para abordar este tema "porque sabemos que no hay dinero".

PRINCIPALES CIUDADES Badajoz es el ayuntamiento de la región que presenta un mayor endeudamiento en términos absolutos, con 56,5 millones de euros. La cifra por habitante se encuentra, sin embargo, muy por debajo de la media nacional (376 euros frente a 613) y de la que presentan otras ciudades extremeñas (Mérida, Cáceres o Plasencia). El concejal de Hacienda pacense, Alberto Astorga, resalta además que los pasivos contraídos con las entidades financieras por este consistorio equivalen a un 52% del presupuesto, proporción muy alejada del límite del 125% que fijó el Gobierno. "Siempre ajustamos mucho nuestros gastos a los ingresos. No nos metemos en aquello que no podamos pagar", afirma Astorga. "Seguimos amortizando deuda", incide el responsable de Hacienda pacense, que sitúa la deuda municipal a día de hoy en 55,6 millones de euros.

Astorga coincide en la necesidad de que las administraciones locales cuenten con un sistema de "financiación estable, que nos diga cuáles son los recursos que tenemos disponibles". "En España se ha abordado el modelo de financiación autonómica pero no el de financiación local, que sigue siendo una asignatura pendiente", remacha.

Tras Badajoz aparece Mérida, con una deuda de 41,3 millones. Aunque en el último año ha conseguido reducirla en 4,4 millones, esta localidad es, de las veinte mayores poblaciones de la región, la que tiene una deuda per cápita más elevada, con 724 euros. Solo Plasencia, con una media por habitante de 611 euros, está relativamente cerca del promedio emeritense, después de aumentar su deuda en más de 3,3 millones de euros a lo largo del 2010.

En cuanto a Cáceres, el pasivo adquirido con las entidades financieras se situó a 31 de diciembre pasado en 36,1 millones de euros. El caso cacereño presenta una peculiaridad, la de que el saneamiento de las cuentas municipales está vinculado a la nueva concesión del agua. Una vez que se reciba el canon por la gestión de este servicio (cuyo contrato está aún pendiente de adjudicación), quedará amortizado más del 60% de la deuda viva, unos 23 millones de euros.