De Mérida a Sudáfrica en un solo segundo, por el arte de magia de un hechizo en suelo romano, con una pócima invencible que mezclaba el entusiasmo de la afición extremeña y el talento de la campeona de Europa. Sin demasiada brillantez, la selección española se clasificó anoche para la cita mundialista con su octava victoria consecutiva al derrotar a Estonia por un contundente 3-0 y ante el pinchazo de Bosnia, que empató a uno ante Turquía.

Pese a que la selección no realizó su mejor partido de los últimos tiempos y parecía más un entrenamiento que un choque internacional, fue una mágica noche que se recordará como la cuarta vez que España jugó en las tierras de los conquistadores. Atrás quedó el cese de Luis Suárez ante Rumanía en Cáceres, con ocho basta ante Liechtenstein en Badajoz, los cuatro a Chipre en el mismo escenario y los tres de la noche de ayer en el Romano de Mérida.

Del fuerte latido de los 15.000 corazones extremeños en el inicio, se pasó a más de un bostezo, ya que los primeros 20 minutos de la selección fueron bastante lentos y aburridos, conscientes los campeones de Europa de su inmensa superioridad.

Un pase de David Villa que no encuentra rematador y otro de Senna a Fernando Torres que perdió tras un buen control, fueron las dos primeras acciones de España, hasta que sorprendentemente su rival fue el que animó el partido con un peligroso ataque a los 17 minutos, en un centro por la izquierda de Kruglov y el remate de Kink por encima del larguero.

Los jugadores de Vicente del Bosque reaccionaron en una falta que lanza Xavi y Villa remata alto. Acto seguido, la mejor jugada del choque nace en las botas de Piqué, iniciando un contraataque para Cesc que acaba rematando alto Fernando Torres. Y de nuevo el delantero del Liverpool desaprovechó dos ocasiones más de gol, siendo las más claras una jugada de tiralíneas entre Cesc y Xavi, con asistencia de éste a Torres cuyo disparo lo despeja el meta a los 26 minutos y otra en la que está muy lento y el zaguero Piiroja acaba despejando.

Y al filo de la media hora, el golazo que abría la cuenta goleadora de España en una gran jugada de Cesc que roba el balón, hace la pared con Silva y ante la salida de Pareiko remata de disparo cruzado a la red ante la explosión de alegría de los aficionados extremeños. Desde ahí hasta el descanso, fútbol de tiralíneas sin definición, cumpliendo el trámite de ganar y lograr el pasaporte definitivo para Sudáfrica.

En la segunda parte, un disparo de Villa que despejó el meta a los 48 minutos, fue la primera ocasión de la segunda parte mientras que un claro penalti por agarrón a Capdevila y una durísima entrada de Rahn a Silva encendió los ánimos.

Con Xavi Hernández de maestro de ceremonias, España siguió atacando con peligro, aunque a cuentagotas.Del Bosque trató de revolucionar al equipo con la entrada de Dani Guiza en sustitución de Torres que se marchó en medio de una gran ovación.

En la última media hora, España se mantuvo fiel a su fútbol de pases y combinaciones, aunque la mayoría de ellas morían a 30 metros de la portería de Estonia. Cesc siguió reivindicando su papel de titular imprimiendo un ritmo fuerte y entendiéndose a la perfección con Xavi.

A balón parado, Villa lo intentó como hizo en Badajoz en el 2006, con un golazo de libre directo, pero en esta ocasión su chut lo atrapó Pareiko. A los pocos segundos, el propio Villa combinó con Silva y Cesc pero la acción murió al borde del área. El goleador del Valencia se retiró entre miles de aplausos, entrando Santi Cazorla.

Un chut fuera de Silva a los 77 minutos fue una de las últimas ocasiones de una relajada selección española mientras Del Bosque seguía incorporando velocidad al terreno de juego con la entrada de Mata por su compañero de equipo, David Silva. Este hizo un partido muy completo, demostrando que es uno de los mejores centrocampistas del mundo en la actualidad.

De inmediato, Cazorla hizo la pared con Cesc en la banda derecha, recortó a su par y realizó un magnífico chut que se alojó en la red de Estonia, sentenciando la contienda. Tres minutos más tarde, un centro de Cazorla por la derecha lo remató fuera Dani Guiza. España apretó en los minutos finales y Juan Mata con un magnífico disparo hizo el 3-0 definitivo.