Extremadura también ha recibido impactos de meteoritos que han despertado el interés de la comunidad científica. Respondiendo a ello el Ejecutivo regional aprobó ayer en su reunión de Consejo de Gobierno un decreto de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente por el que declara Lugar de Interés Científico al volcán de El Gasco. La zona, localizada en la alquería de la localidad hurdana de Nuñomoral, se encuentra actualmente en fase de investigación, aunque los estudios realizados por los técnicos indican que este volcán es el resultado de un impacto a gran velocidad de un pequeño meteorito.

Lo que sí parece probado es que esta zona con rocas pumíceas es única en la Península Ibérica y la probable presencia de ringwoodita la convierte en un enclave único en el mundo. Pero los vecinos de El Gasco no asimilan todavía que el volcán pueda deberse al impacto de un meteorito.

DOS AÑOS DE TRABAJO

Para poder afirmar esto, un equipo de científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) trabaja desde hace dos años en la zona, en donde han realizado pruebas microscópicas y de rayos x que indican que fue un pequeño meteorito de un metro de diámetro que al chocar contra la montaña originó un cráter de cuarenta o cincuenta metros. Algo que ocurrió hace uno o dos millones de años, según indica el director del estudio, el científico Enrique Díaz.

Tras tener conocimiento del fenómeno, el ayuntamiento lo puso en manos de la Junta de Extremadura. Un proceso que ayer finalizó con la declaración de interés científico del lugar, situado muy próximo a la población, sobre el cerro del Pico del Castillo.

Desde hace un año, la mancomunidad de municipios ya trabaja en la zona para instalar un centro de interpretación que proteja y conserve las pocas rocas pumíceas que quedan. La Junta también mantendrá la integridad física y geológica, así como los recursos que afectan directa o indirectamente a la conservación.