Extremadura atraviesa una "extrema sequía" y la ausencia de precipitaciones ha provocado la peor situación de los últimos 60 años en el conjunto del país. Esta es la valoración sobre la falta de agua que ha realizado el Instituto Nacional de Meteorología (INM), que advierte que en la actualidad se registran valores de humedad muy inferiores a los habituales lo que denota "suelos secos a muy secos en Extremadura", así como en la parte occidental de Andalucía, Castilla-La Mancha, Aragón, sur de Cataluña y Murcia. Además, la situación meteorológica para los intereses de los agricultores y ganaderos extremeños no va a mejorar en los próximos días, ya que continuarán el sol y las altas temperaturas al menos hasta el martes, según el INM.

Como consecuencia de esta situación de sequía, la humedad del suelo --a fecha 31 de marzo-- está en valores "muy inferiores" a los habituales en estas fechas. Tal es así que, en el sur de Extremadura el volumen de precipitaciones registrado el último invierno no llegó ni siquiera a la cuarta parte del valor normal, una circunstancia que también se repite en parte de Andalucía, ambas castillas, Aragón y Cataluña. Sólo se salvan Galicia y Cantabria, donde los suelos "se mantienen muy húmedos o saturados", debido sobre todo a las lluvias registradas en la segunda mitad de marzo, así como en Baleares y Canarias.

Esa falta de lluvia se nota en la pérdida de volumen de agua de los embalses extremeños. Los datos de las propias cuencas hidrográficas reflejan que las presas de la Cuenca Hidrográfica del Guadiana están actualmente al 73% de su capacidad, cuando hace justo un año estaban al 88%; mientras que las del Tajo han pasado del 76% al 52% de volumen de agua embalsada en los últimos doce meses.

El Instituto Nacional de Meteorología destaca, por tanto, que desde que el pasado mes de septiembre comenzase el año hidrológico, y ya entrada la primavera, hay un acusado déficit de precipitaciones en la mayor parte del territorio nacional, que se ha incrementado de forma considerable a lo largo del invierno.

Con este panorama, las cuencas peninsulares en los últimos siete meses acumulan un 37% menos de volumen de agua embalsada que el valor medio habitual para esas fechas.

La causa principal se resume en un dato: si se considera el período estrictamente invernal (invierno astronómico) la precipitación media en la España peninsular durante este invierno es de poco más de 70 litros por metro cuadrado, frente a los 200 que se registran en un invierno normal. La razón es que desde noviembre hasta marzo, todos los meses transcurridos han sido secos o muy secos.

PREDICCION Además, todo indica que, al menos hasta mediados de la próxima semana, continuarán las altas temperaturas y los cielos despejados en Extremadura. La previsión meteorológica no avanza cambios durante este fin de semana y sólo a partir del martes o el miércoles podría haber cielos algo nubosos, aunque sólo hay un 5% o un 10% de posibilidades de que llueva en la región. Ya el jueves, 5 de mayo, las probabilidades aumentan hasta un 30% en la zona norte de Cáceres, y un 20% en el sur de Badajoz.

Estas elevadas temperaturas contrastan con las heladas fuertes heladas registradas hace un mes y que trajeron nieve al sur de la provincia de Badajoz, donde hacía veinte años que no lo hacía. Ese frío polar se repitió en toda España, atraído por el predominio de las altas presiones invernales sobre el suroeste de Europa y la colocación con frecuencia del anticiclón al oeste o noroeste de la península ibérica, que ocasionaron una bajada sensible de las temperaturas, muy inferiores a las normales, y más acusadas en Extremadura, donde se alcanzaron los 7 grados bajo cero en enero y febrero.

Se trata, en cualquier caso, de un año atípico tanto por el frío como por la sequía, que ha hecho que los agricultores y ganaderos extremeños levanten la voz de alarma y demanden con urgencia ayudas económicas.

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