Miles de personas desafiaron ayer a la lluvia para mostrar que el hartazgo y la indignación se mantienen en el ánimo de los extremeños, tras años de incidencias y promesas incumplidas con un tren que aísla a Extremadura. La convocatoria del Pacto Político y Social por el Ferrocarril era esta vez en Cáceres y las perspectivas eran poco halagüeñas con la amenaza de agua que se hizo realidad en torno a las diez de la mañana. Pero la dignidad pudo más que la lluvia y las 10.000 personas que se habían previsto reunir inicialmente fueron finalmente muchas más: 25.000 personas, según el balance ofrecido por la organización y 15.000 según las cifras de la Delegación del Gobierno participaron en la manifestación que transcurrió entre la glorieta de la estación de ferrocarril y el Paseo de Cánovas, sin que se registrara ningún incidente.

«España tiene una deuda con Extremadura y esa deuda no quedará saldada hasta que podamos montar un día en un tren y viajemos de Badajoz a Madrid de manera digna y decente», decía el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que llegó a Cáceres en tren desde Mérida (puntual y sin incidencias) junto varios consejeros y los dirigentes de los sindicatos y la patronal. «Seguiremos exigiendo que se cumplan los plazos y los compromisos», añadió.

La cita era a las doce de la mañana, pero mucho antes de esa hora ya había ambiente en el tramo final de la avenida de Alemania y en torno a las 11.00 ya era difícil moverse en ese punto del recorrido (atiborrado además de paraguas) y muchos asistentes avanzaban en busca de hueco y también resguardo en los soportales de los edificios, en la gasolinera o en las inmediaciones de Cánovas. El agua no dio tregua y la comitiva fue una marea de paraguas en la que sobresalían banderas de Extremadura y pancartas más o menos grandes, según el caso, en las que se podían leer nombres de algunos de los pueblos de procedencia de los extremeños que se habían desplazado a Cáceres para reivindicar al Gobierno central un tren propio del siglo XXI. Y así, a cubierto, completaron el recorrido durante los tres cuartos de hora que tardaron en alcanzar el kiosco de la música del céntrico paseo de la ciudad, acompañados por un amplio dispositivo de seguridad integrado por agentes de policía nacional, local y guardia civil, además de voluntarios de Cruz Roja y DYA, y personal del SES.

cita masiva/ Fue una manifestación masiva, la más multitudinaria que se recuerda en Cáceres en los últimos años. Lo había sido la cita de Madrid del año pasado (entonces se habló de 40.000 personas), pero es cierto que no se llegaba a esta con la misma unidad que se mostró entonces y eso se dejó notar también en los reproches (más o menos velados) que se lanzaron los representantes políticos del pacto por el ferrocarril y en las ausencias (Podemos ha abandonado el pacto y no estuvo en la manifestación y también se desvinculó la plataforma ciudadana Milana Bonita ) en esta convocatoria del 18-N. Del PP sí que hubo una amplia representación encabezada por el presidente regional, José Antonio Monago, que aún así volvió a criticar que «para que resuene en Madrid la voz de los extremeños hay que protestar allí», tal y como hicieron ellos el sábado. El dirigente de Ciudadanos, Antonio Ibarra, la calificó como una reivindicación «de justicia».

El dirigente de la Creex, Francisco Javier Peinado afirmó que «ya es hora de que tengamos las mismas oportunidades que otros territorios», y aunque aventuró que la jornada de ayer no lograría grandes avances «es una meta volante en esta carrera que tenemos por delante si queremos unas infraestructuras acordes a los tiempos que vivimos».

Encarna Chacón (CCOO) recordó que «tenemos que luchar por esas infraestructuras que nos comuniquen con el mundo, que permita que haya industrias en la región y que la gente joven no se vaya.

También Patrocinio Sánchez (UGT) ahondó en la necesidad de que el ferrocarril vertebre la región «y que el Gobierno nacional nos escuche para que tengamos, no más que nadie, pero sí lo mismo que tienen los demás».

el manifiesto/ El lema de la jornada era ‘#TrendignoYa [súmate]’ y la ciudadanía se sumó. A pie de calle, la contienda política pareció quedar al margen pero, quizás porque el agua enfrió los ánimos, tampoco pasará esta jornada a la historia por la profusión y originalidad de las consignas lanzadas por los participantes, que apenas se sumaron al «tren digno ya para Extremadura» con el que sí se desgañitaba desde la cabecera la dirigente de CCOO Encarna Chacón, y más tarde con otros lemas para la ocasión: «tren digno ya, cueste lo que cueste» o «de norte a sur, de este a oeste, tren digno ya, cueste lo que cueste».

Los directores de El Periódico Extremadura, Antonio Cid de Rivera y del Hoy, Manuela Martín, fueron los encargados de leer este año el manifiesto. «Este 18N debe servir para identificarnos como pueblo en una lucha que no debe tener liderazgo político, solo social; para demostrarle a los que mandan que estamos aquí y que queremos lo que nos pertenece» recoge el texto que leyeron conjuntamente y en el que además se pone de manifiesto que la sociedad extremeña «no admitirá más retrasos, excusas, ni recortes» para alcanzar el objetivo de lograr un tren acorde a las necesidades de la región. La última frase del manifiesto («pedimos, exigimos, un tren digno ya»), pronunciada al alimón por ambos, espoleó a los manifestantes, que se sumaron a corear la consigna que se ha convertido en el mantra de la reivindicación por un ferrocarril del siglo XXI para Extremadura: tren digno ya.