José Antonio Monago quiere que el Gobierno recupere el impuesto de patrimonio, aunque no de cualquier forma. El presidente de la Junta, que es la única voz que defiende la restauración de este tributo en el seno del Partido Popular, aboga por rescatarlo cuanto antes, que lo recaude el Estado y que posteriormente se realice un reparto solidario entre todas las comunidades autónomas. Su posición en torno al impuesto fue 'el tema estrella' ayer en la conferencia que dio en 'los desayunos de Europa Press' que tuvo lugar en el Hotel Intercontinental de Madrid.

"No se puede poner un impuesto a los que más tienen para que se lo queden los que más tienen. Es un contrasentido que se grave a los que más tienen para que el dinero se quede en los territorios que más tienen", argumentó. El apoyo a la reactivación del impuesto de patrimonio --medida que el Consejo de Ministros puede aprobar el próximo viernes-- lo hizo ante la atenta mirada de dos pesos pesados del organigrama nacional de su partido: el vicesecretario de comunicación, González Esteban Pons, y la diputada Ana Pastor, además de los más altos responsables de empresas como Banif, Dragados, FCC, Sacyr-Vallehermoso, Accenture e IBM España, entre otros.

El PP, hasta ahora, se ha mostrado en líneas generales crítico e incluso contrario a la recuperación de este tributo sobre las rentas altas, tal y como han manifestado buena parte de sus dirigentes nacionales y regionales en los últimos días.

Para José Antonio Monago, el impuesto de patrimonio debe ser un tributo de carácter nacional --hasta el 2008, cuando se suprimió mediante una bonificación del 100% de la contribución, estaba cedido a las comunidades autónomas--. Y debe ser recaudado y distribuido por el Estado entre todas las comunidades. Pero el criterio de reparto no debe hacerse según lo que se ingrese en cada territorio, sino que deben establecerse unos criterios de solidaridad para que este dinero reporte más sobre las regiones que más lo necesitan. Uno de los objetivos, según el presidente extremeño, debe ser conseguir "más igualdad entre comunidades autónomas en tiempos de crisis".

DIFERENCIA CON EL PSOE

En ese matiz, el de la solidaridad, fue donde el máximo responsable de la Junta quiso marcar distancias respecto al PSOE y al candidato socialista a las elecciones generales, Alfredo Pérez Rubalcaba. La idea del cabeza de lista del PSOE pasa por convertir el impuesto en Estatal, elevar la base de cotización para que no grave las rentas medias y destinar la recaudación --unos 1.400 millones de euros anuales-- a políticas de empleo juvenil. Lo que no han aclarado los socialistas es cómo distribuirán ese dinero, dado que las competencias en materia de empleo están transferidas a las comunidades autónomas.

En este sentido José Antonio Monago acusó al Gobierno de utilizar este impuesto como una herramienta "de quita y pon" que manejan sin reflexión profunda. "Zapatero lo eliminó y ahora quiere recuperarlo con un decretazo", criticó antes de defender que debe restaurarse como un impuesto nacional "para que los que más tienen contribuyan más" a salir de la crisis. "Las grandes fortunas deben dar un paso al frente y decir 'podéis contar conmigo'. Queremos que colaboren un poco más", recalcó.

El dirigente extremeño es consciente de que su postura choca con las críticas vertidas hasta ahora por su partido, contrario a esta medida. Por eso se apresuró a explicar que no ha recibido "ninguna objeción" al respecto por parte del presidente del PP, Mariano Rajoy. Asimismo, recordó que ya se mostró partidario de este impuesto antes de que Pérez Rubalcaba lo incluyera en su discurso preelectoral.

CRITICAS DEL PP AL IMPUESTO

Pero el presidente de la Junta se está encontrando solo, entre las filas populares, a la hora defender la reintroducción del tributo. Ayer mismo fueron diversos los líderes del PP que se posicionaron contra el impuesto de patrimonio. Lo hicieron el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, que sostiene que este impuesto "grava el ahorro"; el presidente castellanoleonés, Juan Vicente Herrera, quien lo calificó de "ineficiente", "obsoleto" y "dañino para las clases medias"; su homólogo en Cantabria, Ignacio Diego; y también el presidente del PP andaluz, Javier Arenas, que llamó "cínico" a Rubalcaba y al PSOE por querer recuperar ahora un tributo que el Gobierno suprimió en el 2008.

Desde Extremadura, también hubo ayer referencias de la oposición a este asunto. El secretario general del PSOE extremeño, Guillermo Fernández Vara, aseveró que "siempre" ha estado "a favor" de este impuesto. "Hay que pagar según se tiene, para recibir según se necesita", esgrimió. En su opinión, Monago defiende ahora este tributo porque es una de las condiciones que IU le impuso para abstenerse en la investidura y permitirle gobernar la región. Por su parte, desde IU, su coordinador regional, Pedro Escobar, apuntó que el impuesto de patrimonio tiene "más valor simbólico que cuantitativo, pues supondrá la misma cantidad que el Gobierno se ahorró congelando las pensiones, 1.600 millones".