"He cumplido un sueño. Llegó el momento de la alternancia, del cambio político en Extremadura". Son las palabras que ayer pronunció el presidente de la Junta, José Antonio Monago, tras ser investido como nuevo líder del Ejecutivo autonómico, el primero del PP en 28 años de democracia. Fue un día histórico, un momento histórico. Monago, en la tribuna, recordaba a todos los que antes, sin éxito, habían intentado conquistar un feudo típicamente socialista, a su madre, a sus hijos. "La alternativa al PSOE no es hoy un deseo, sino una realidad", manifestaba minutos antes de recibir los 32 votos afirmativos de los diputados del PP y las tres abstenciones de IU que le bastaron, en segunda vuelta, para convertirse en el presidente de los extremeños.

El Rey firmó las actas de la sesión ayer por la tarde y hoy el Boletín Oficial del Estado (BOE) publica su nombramiento. Esta tarde tomará posesión de su cargo en el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida y su Gobierno, "que será el de los mejores", como el mismo manifestó ayer, abrirá el lunes el Cuaderno Azul en el que ya está escrito el cambio. Un cambio en el que "primarán las ideas por encima de las ideologías y las personas sobre los partidos". Un cambio con el que los extremeños notarán las "profundas reformas" de un equipo centrado en el empleo, la austeridad y las políticas sociales.

Eran poco más de las once de la mañana cuando Monago fue investido presidente tras un debate que poco tuvo que ver con la sesión celebrada el martes. El debate, sosegado, los diputados tranquilos y los ya exconsejeros, guardando las formas. Incluso el presidente de la Asamblea, Fernando Manzano, agradeció a sus señorías la corrección con la que se desarrolló la sesión, después de la llamada de atención de la Junta de Portavoces. Todo salió según lo previsto y la única sorpresa fue que nueve miembros de la bancada socialista abandonaron sus escaños en el turno de intervención del portavoz del PP, Luis Alfonso Hernández Carrón. Entre ellos Luciano Fernández, Francisco Fuentes, Francisco Macías, Antonio Gómez Yuste, Isabel Gil Rosiña, Rafael Lemus o Miguel Bernal.

Tras finalizar la sesión, periodistas de todo el país esperaban, a la salida del Hemiciclo, a Monago, que pronunció sus primeras palabras como presidente ante la emoción de los suyos e incluso el llanto, como en el caso de la diputada Teresa Angulo. Dijo sentirse "muy satisfecho" con el resultado electoral y también agradeció a su antecesor, el socialista Guillermo Fernández Vara, que haya "dado la cara por los extremeños, aunque se la hayan partido". Sin embargo, poco adelantó de la composición del futuro Consejo de Gobierno, cuyos nombres aparecerán publicados el sábado en el Diario Oficial de Extremadura. La única pista que dio es que "será consejera y no consejero de Educación" y que su equipo estará compuesto por personas "valientes y de extrema valía".

Lo que sí trascendió ayer es que el diputado Juan Parejo, del círculo más cercano a Monago, será coordinador general de Relaciones Institucionales y adjunto al secretario general del PP, pasando a ocupar responsabilidades de Gobierno en la Presidencia y consolidándose como uno de los pilares del PP. Nacido en Badajoz en 1980, con estudios de Dirección de Empresas y más de 10 años en política, compaginará estos cargos con la Secretaría de Organización del partido que ya ostentaba.