Ayer se acordó de su madre y de sus dos hijos momentos antes de ser nombrado presidente de la Junta. A sus 45 años, José Antonio Monago (Quintana de la Serena, 1966) se pone el casco de bombero (es jefe de sección de este cuerpo en Badajoz) para intentar sofocar las llamas del desempleo en la región, su principal tarea según ha reiterado en los últimos días. El 8 de noviembre del año 2008 accedió a la presidencia del PP extremeño y apenas dos años y medio después logra lo que no consiguieron Adolfo Díaz-Ambrona, Vicente Sánchez Cuadrado, Juan Ignacio Barrero y Carlos Floriano, desbancar al PSOE del Gobierno regional.

Licenciado en Derecho, con cursos de doctorado superados y bombero de profesión, la mayor parte de su vida política se ha desarrollado en el ámbito local, concretamente en el Ayuntamiento de Badajoz, donde fue elegido concejal en 1991, primero en la oposición y a partir de 1995 en el Ejecutivo pacense, donde parecía llamado a suceder a Miguel Celdrán al frente de la Alcaldía. Diputado autonómico desde 2003, en abril de 2008 fue designado senador del PP por Extremadura.

Durante esta semana se ha hartado de decir en el Parlamento extremeño que "las personas están por encima de los partidos y las ideas por encima de las ideologías", y de anunciar su forma de gobernar: escuchando a las personas. "Un verdadero presidente solo se hace en la calle", sentenció el pasado martes. Y eso es lo que ha realizado desde que tomó las riendas de su partido. Solo en sus primeros cien días al frente del PP se recorrió más de 30.000 kilómetros por la comunidad autónoma. Más tarde, en campaña electoral, se calzó sus famosas zapatillas negras.

Es un apasionado del deporte, habiendo practicado ala delta, buceo con botella, balonmano, motocross y fondo. No en vano, la presentación de su campaña electoral la realizó practicando atletismo en las instalaciones deportivas del polideportivo Diocles de Mérida. También es conocida su afición a la fotografía (el día de reflexión antes de las elecciones estuvo realizando fotos en el campo), no siendo extraño verlo con cámara en ristre, inmortalizando paisajes extremeños, o en los toros, una afición por la que siente pasión, aseguran los que le conocen.

Su nombre ha subido como la espuma dentro de su propio partido, sobre todo después de los resultados electorales del pasado 22 de mayo, y es uno de los ojitos derechos de Mariano Rajoy. De hecho, el primer mitin de campaña lo realizaron ambos en Mérida y hoy el líder nacional del PP estará presente en su toma de posesión.

Con fama de buen negociador, concienzudo y exigente en su trabajo, asegura haber cumplido "un sueño".