El Real Monasterio de Yuste acogió ayer la ceremonia de su declaración --junto a la del Archivo de la Corona de Aragón, el Cabo de Finisterre y la Residencia de Estudiantes de Madrid-- como Patrimonio Europeo, una nueva categoría que pretende reforzar el sentimiento de pertenencia de los ciudadanos a la Unión Europea (UE) a través de lugares emblemáticos. El acto celebrado en el enclave extremeño contó con la presencia de la ministra de Cultura, Carmen Calvo, el presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, y el de Patrimonio Cultural, Yago Pico, entre otras autoridades.

Así, estos cuatro parajes españoles se convierten en los primeros del país en ser incluidos en la Lista de Patrimonio Europeo, tras ser elegidos por el Consejo de Patrimonio Histórico el pasado 1 de febrero, en una sesión extraordinaria. En concreto, el monasterio extremeño, al que se retiró Carlos I de España y V de Alemania tras abdicar en su hijo, Felipe II, fue seleccionado por su "alto contenido simbólico", al considerarse el proyecto imperial del monarca como "uno de los primeros impulsores de la Europa unida".

A su vez, el Archivo de la Corona de Aragón, antigua cancillería real de esta institución y que fue creada por el rey Jaime II de Aragón en 1318, fue elegida por tratarse de "un lugar fundamental para conocer la historia del Mediterráneo y, por tanto, de Europa. En el caso del Cabo de Finisterre --el más visitado del continente--, se tuvo en cuenta su papel como "uno de los lugares míticos de la antigüedad, en el que los pobladores veían el fin de la tierra conocida", aparte de su situación geográfica, que lo convierte en el punto más occidental de Europa y el más próximo a América.

Por último, la Residencia de Estudiantes de Madrid, creada en 1910, fue reconocida por "propiciar el diálogo entre las ciencias y las artes", así como ejercer de "centro de recepción de las vanguardias internacionales", lo que la convierte en un "foro de debate y difusión de la vida intelectual de la Europa de entreguerras". Además, una ceremonia similar a la de Yuste se celebró también ayer en Cluny (Francia), donde comienza el Camino de Santiago y cuya Abadía también adquirió ayer el sello de Patrimonio Europeo.

LISTADO COMPLETO Estas celebraciones se repetirán también en el resto de enclaves seleccionados este año (la próxima convocatoria tendrá lugar en el 2008 y así sucesivamente): la ciudad de Burgas, los yacimientos arqueológicos y las tumbas tracias, en Bulgaria; el castillo Kolossi, en Chipre; la iglesia Memorial del Espíritu Santo de Javorca, el cementerio Zale, el hospital Franja de Partisanos y el Kopcany, en Eslovenia; la casa de Robert Schuman y el Palacio de los Papas de Avignon (aparte de la Abadía de Cluny), en Francia.

La lista continúa en Grecia, con la mítica Acrópolis; el palacio minoico de Knossos, en Creta; la iglesia de San Jorge de los Griegos de Venecia; la figura y la obra del Greco; el castillo de Esterhazy, en Hungría; la plaza de Campidoglio, en Italia; las Catacumbas, en Malta; los Astilleros de Gdansk, en Polonia, el centro turístico de Riga y el Palacio Rundale, en Letonia. Finalmente, también cuentan con esta distinción el centro arqueológico de Histria, el Palacio Cantacuzino y el Ateneo Rumano (ambos en Bucarest) y el conjunto Brancusi, en Rumanía; y un paisaje en el Delta del Danubio.

DIVERSIDAD CULTURAL El lanzamiento de esta Lista de Patrimonio Europeo coincide con la celebración, la próxima semana, del 50º aniversario del Tratado de Roma, nombre por el que se conoce a los dos acuerdos por los que se constituyó la Comunidad Económica Europea y la Comunidad Europea de la Energía Atómica. Con la conmemoración de este hito histórico se pretende, entre otros objetivos, llevar a la práctica uno de los lemas más repetidos entre los políticos de la UE: "Construir la unidad de Europa a partir de la diversidad de los europeos".

Otro de los pasos para proyectar una visión europea de la cultura es la proclamación del 2008 como Año Europeo del Diálogo Intercultural, por parte de los Ministerios de Cultura y del Parlamento Europeo. En este sentido, el Consejo de Ministros aprobó el pasado viernes el Real Decreto por el que se crea y regula la Comisión Nacional para el Fomento y Promoción del Diálogo Intercultural que, adscrita a Cultura, coordinará la acción y asegurará la participación de las distintas administraciones públicas en esta celebración.