Decenas de miles de personas se han manifestado hoy con ocasión del Primero de Mayo, Día del Trabajo, en las ciudades de toda España. En Madrid, donde se convocaron 65.000 personas según los sindicatos y 6.000 según la Policía, se oyeron constantes llamadas a la convocatoria de una huelga general por parte de los manifestantes durante los discursos de los líderes sindicales.

El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, ha advertido de que las movilizaciones pasarán "a otra dimensión" si el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no expone nuevas propuestas y la patronal no retira sus peticiones, mientras que el secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha asegurado que de salir adelante la propuesta de despido libre, se iniciaría "un enfrentamiento indeseable".

"Si a alguien se le ocurriese reformar el marco de relaciones laborales, que supondría un viaje sin retorno para el diálogo social, o de deteriorar el sistema de protección social, lo que hoy es una manifestación tendrá que pasar a otra dimensión", ha declarado Toxo con ocasión de la marcha, mientras que Cándido Méndez ha amenazado con una "grave conflictividad social" si se permite el "despido libre". Toxo y Méndez han pedido a Zapatero que se ponga del lado de los trabajadores, manifieste su rechazo a las demandas empresariales e impulse el diálogo social. El líder de CC.OO. pidió además aumentar los impuestos a las rentas más altas y aseguró que el Estado tiene más margen de gasto.

NO A LA REFORMA Por su parte, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho --que asistió a un acto por el Día del Trabajo en Barcelona-- insistió en que el Gobierno no incentivará el despido haciéndolo más fácil y barato. Además, reiteró que cualquier reforma del mercado laboral ha de discutirse en la mesa del Diálogo Social y que las reformas laborales han de hacerse con "consenso".