Bagdad está en manos estadounidenses, pero los soldados norteamericanos están lejos de poder campar a sus anchas por la ciudad. Que la capital sigue siendo un lugar peligroso quedó en evidencia ayer, cuando por lo menos dos marines murieron, uno durante los combates que tuvieron lugar en los barrios del norte, y otro víctima de un atentado suicida contra un puesto de control en el noroeste de Bagdad, donde, según el mando de la operación anglo-norteamericana, hubo más víctimas, aunque no se sabe cuántas.

Todo parece indicar que los voluntarios árabes que han ido llegando a Irak para ayudar en la defensa del país están decididos a quemar hasta el último cartucho. La mayor parte de estos combatientes se han atrincherado en el norte de la ciudad, en barrios como Adamiya y Waziriya, donde ayer se enzarzaron en intensos combates con los marines de la Primera Fuerza Expedicionaria.

Las tropas estadounidenses se desplazaron por la mañana hasta la mezquita de Iman al Adam, en las calles de Adamiya, advertidas de que en el lugar iba a tener lugar una reunión de dirigentes iraquís, pero una vez allí fueron repelidas con morteros y fuego de arma ligera. Los combatientes árabes, mezclados con algunos soldados iraquís, resistieron durante cuatro horas, pero al final tuvieron que replegarse ante la llegada de bombarderos y helicópteros de combate. En la batalla, un marine murió y 20 resultaron heridos. Se desconoce el número de bajas iraquís.

RESISTENCIA EN BARRIOS

Los más obcecados defensores de Bagdad también se han refugiado en Sadam City, el barrio de mayoría shií ubicado en el noroeste, donde EEUU se empleó a fondo.

En el barrio de Al Mansur, los soldados norteamericanos fueron atacados por francotiradores atrincherados cerca del cuartel general de los servicios de inteligencia de Sadam. Los estadounidenses respondieron con fuego de artillería, pero al cabo de unas horas se apartaron para permitir a sus aviones bombardear las posiciones enemigas. Tampoco en este caso se conoce cuántas víctimas causaron los bombardeos.

Fue en Sadam City, el barrio del noroeste, donde ayer tuvo lugar el atentado suicida que le costó la vida a un marine norteamericano. Según un portavoz, un hombre vestido de civil se bajó de un taxi, caminó hasta un puesto de control y detonó el explosivo que llevaba adosado al cuerpo.

Es el tercer ataque de este tipo que sufren los estadounidenses desde el inicio de la guerra. Mientras, un fotógrafo de France Presse informó de que se han descubierto al menos 20 cadáveres de soldados iraquís en la autopista de Dura, en el sur de Bagdad.