Si cada extremeño pusiera de su bolsillo 236 euros, se saldaría toda la deuda que los ayuntamientos de la región mantienen con los bancos, que al cierre del 2008 rozaba los 260 millones de euros. Asfixia económica e hipotecas millonarias existen, pero no afectan a todos por igual. Los municipios de Extremadura son, en términos relativos, los cuartos menos endeudados, solo por detrás de los cántabros (161 euros por habitante), los gallegos (228) y los vascos (229). Los ayuntamientos de España deben en conjunto 26.128 millones, una media de 566 euros por cada vecino, más del doble que en la región extremeña.

De puertas adentro, Mérida es la ciudad extremeña que tiene abiertos más préstamos con bancos y cajas. Los 37 millones de euros que debe, equivalen a 667 euros por cada emeritense, muy por encima de los 425 de Plasencia y los 409 de Badajoz. La capital pacense, es en términos absolutos, la que tiene más créditos contraídos, con un importe de 60 millones de euros.

Cáceres mantiene una economía sensiblemente más saneada bajo este punto de vista, ya que la deuda actual asciende a 20 millones de euros, una media de 217 euros por habitante. Plasencia, pese a tener la mitad de habitantes que la capital cacereña, tiene una deuda similar: 17 millones de euros.

Otros dos casos dignos de ser comparados son los de Almendralejo y Don Benito, dos poblaciones de similar tamaño y parecidas necesidades de infraestructuras y servicios. Sin embargo, los débitos de la primera (8,1 millones de euros) casi duplican a los de la segunda (4,7 millones).

Entre las localidades de tamaño medio de la región que también tienen deudas por encima de 300 euros por habitante destacan Azuaga, Jerez, Zafra, Coria, Moraleja, Talayuela y Los Santos de Maimona. En este pueblo, precisamente, su alcalde, José Santiago Lavado, del PSOE, se ha rebajado el sueldo a la mitad (de 1.200 a 600 euros al mes) para dar ejemplo ante la crisis.

En el otro extremeño, hay 80 pueblos de la región (aproximadamente uno de cada cuatro) que no deben un euro a la banca. La mayoría son de Cáceres y apenas llegan a 3.000 habitantes. Uno de ellos es Aldeanueva de la Vera. Su alcalde, Raúl Amor, del PP, asegura que el secreto está en ahorrar "allí donde se pueda" y en "sacar provecho a todas las potencialidades" del municipio, en este caso una finca de tabaco, Mesillas, que aporta destacados beneficios.

POR PRIMERA VEZ Los detalles numéricos sobre los préstamos contraídos por los ayuntamientos con las entidades financieras fueron publicados ayer por primera vez por el Ministerio de Economía y Hacienda, cumpliendo una obligación legal que antes no existía. La cuantía de la deuda viva de cada uno de los ayuntamientos, diputaciones provinciales, cabildos y consejos insulares se ha calculado teniendo en cuenta operaciones de riesgo, como son créditos financieros, valores de renta fija y préstamos o créditos transferidos a terceros. Esto se conoce como deuda viva, y no incluye la deuda comercial de los entes locales, solo la bancaria.

En España, el Ayuntamiento de Madrid tiene la mayor deuda bancaria de una entidad local, que al cierre del año pasado se elevaba a 6.683,9 millones de euros, más de la quinta parte de la total nacional. Una deuda que, si se divide por la población de la capital --que tiene 3,2 millones de ciudadanos-- supone 2.080 euros por habitante, casi cuatro veces más que la media nacional y casi diez veces más que la media extremeña.

Le sigue el Ayuntamiento de Valencia, también gobernado por el PP, con una deuda de 801,4 millones de euros, 992,9 euros por habitante. Barcelona es el tercer municipio, con 770 millones de deuda, lo que equivale a 476,5 euros por habitante. Les siguen los ayuntamientos de Zaragoza (690,2 millones de euros, 1.036 euros por habitante); Málaga (618,6 millones de euros, 1.092 euros por habitante); Sevilla (421,6 millones y 602,5 euros por habitante) y Córdoba (244,8 millones de euros, 752,2 euros por habitante).

Según Economía, más de 3.000 municipios no tienen deudas, y 306 entidades locales superan los 1.000 euros de deuda por habitante.