Los datos facilitados por la Jefatura Provincial de Tráfico de Badajoz y la Subdelegación del Gobierno en Cáceres revelan que la Autovía de Extremadura (N-V) y la Ruta de la Plata (N-630) concentran el 25% de los accidentes que se producen en la región, es decir, uno de cada cuatro siniestros. Se trata de las vías de comunicación más importantes de Extremadura, puesto que vertebran el territorio de este a oeste y de norte a sur. De ahí la intensidad de tráfico que soportan y su índice de siniestralidad.

Tras ellas se sitúa la Nacional 432 (Badajoz-Granada), donde se producen el 10% de los accidentes de la provincia pacense. Los tramos de la N-V que aún se mantienen operativos también encabezan este trágico ránking.

En cuanto al volumen de víctimas mortales, la Nacional 630 fue la que se cobró más vidas el pasado año, seguida de la Nacional 432 y la Ex-300 (Badajoz-Almendralejo). Por contra, cuatro carreteras de la región suman 600 kilómetros de los denominados ´puntos blancos´, es decir, los más seguros.