Los nacionalistas del Senado quieren dejar su impronta en el texto de reforma del Estatuto de Extremadura, que hoy será discutido en la Comisión General de las Comunidades Autónomas de la Cámara Alta. El Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas, trasladando una iniciativa de los nacionalistas gallegos, pretende introducir en el texto extremeño una disposición adicional de reconocimiento oficial de ´A fala´, el habla que se emplea en los tres municipios cacereños del Valle del Xálima, y del portugués de la comarca de Olivenza. Y es que los nacionalistas gallegos sostienen que ´A fala´ es una derivación del gallego.

La enmienda, que ya el Bloque Nacionalista Galego intentó introducir sin éxito cuando el Estatuto se discutió en la Comisión Constitucional del Congreso, pretende, además, que ese reconocimiento oficial sea concretado más tarde mediante una ley que regule "las zonas de uso, los derechos de utilización por sus hablantes ante las administraciones públicas y las medidas de protección y fomento en los diversos ámbitos sociolingüísticos". El presidente de la Junta tendrá ocasión de referirse a esta enmienda cuando participe hoy en la citada comisión senatorial.

La referencia en el nuevo texto estatutario de ´A fala´ permitiría a Galicia --según señala José Luis Martín Galindo, presidente de la Asociación de Arquitectura Rural Tradicional de Extremadura (ARTE) y estudiosos de este habla y de sus orígenes--, interferir en las competencias lingüísticas del Valle del Xálima. A su juicio, es una clara estrategia política que se ha podido gestar incluso presionando al PSOE de Galicia para la intervención de los sectores galleguistas en tierras extremeñas.

Por su parte, los portavoces de los grupos socialista y popular extremeños, que aprobaron el texto de reforma del Estatuto, rechazaron la pretensión nacionalista, la cual, recordaron, ya fue rechazada en el Congreso, por lo que su rechazo en el Senado también está garantizado. Según el socialista Sánchez Amor, las variedades lingüísticas extremeñas ya están recogidas en el nuevo Estatuto, si bien el texto no hace una referencia concreta a ninguna de las dos lenguas, ni ´A fala´ ni al portugués de Olivenza, sino que aparece, en su artículo 7, una formulación genérica de protección de todos los dialectos.

Bajo su criterio, "no necesitamos ningún tipo de incentivo para proteger nuestro patrimonio cultural", declaró poniendo especial énfasis en el término "nuestro". De estas declaraciones se desprende cierto enfado socialista por lo que podría considerarse una intromisión en las competencias autonómicas. Por su parte, el PP eludió pronunciarse hasta su debate en el Senado aunque su portavoz, Luis Alfonso Hernández Carrón, afirmó que lo razonable sería votar en contra como se hizo en el Congreso.

Los senadores nacionalistas justifican su enmienda en las recomendaciones del Consejo de Europa y de la Carta Europea de Lenguas Regionales o Minoritarias, que abogan por la adopción de medidas de promoción y fomento de las variedades lingüísticas. Un aspecto en el que ya ha profundizado la comunidad extremeña con la declaración en 2001 de ´A fala´ como Bien de Interés Cultural, en aras de protegerlo y conservarlo.

Además, en el texto de la enmienda se afirma que este idioma es una variante del gallego-portugués, propio y oficial en el Valle de Xálima y, en concreto, en San Martín de Trevejo, Eljas y Valverde del Fresno, en la provincia de Cáceres. "Ellos hablan del gallego extremeño" algo que es una "falacia" ya que se trata de una "singularidad de la comunidad extremeña", aseveró tajante Sánchez Amor.

El sector gallego pide igual reconocimiento para el portugués de Olivenza, municipio fronterizo con Portugal y cuna del presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara. Actualmente, el portugués está en regresión en Olivenza, donde únicamente lo hablan algunos integrantes de las generaciones más mayores.

TRAYECTORIA EN LAS CORTES Al margen de la controversia suscitada, todo hace pensar que el texto que saldrá del Senado será el mismo que el del Congreso. Se cumplirá así uno de los compromisos adquiridos por la Asamblea de Extremadura, su aprobación y entrada en vigor antes del final de la legislatura. Tras el visto bueno del Parlamento extremeño, el Estatuto extremeño llegó a las Cortes Generales en septiembre de 2009 y su tramitación en el Congreso se dilató más de lo esperado por la polémica surgida en torno la disposición adicional segunda del texto, relativa a las inversiones estatales.

Este apartado fue consensuado por PP y PSOE un año después quedando estipulado que durante siete años consecutivos el Estado realizará una inversión complementaria del 1 por ciento del PIB regional. Ya en el Congreso, el pacto entre los dos grandes partidos también hizo que quedaran rechazadas las 17 enmiendas de IU así como la ya mencionada del BNG. Asimismo, no se esperan sorpresas en la sesión de la Comisión General de Comunidades Autónomas. Ni PP ni PSOE han presentado enmiendas en esta ocasión con lo que, una vez rechazada la del BNG, el texto será idéntico al que vio la luz en el Congreso. Finalmente, la reforma quedará ratificada en el Congreso y será publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) días después para su entrada en vigor.

La Comisión de hoy contará con la presencia del presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que intervendrá en primer lugar como representante de la delegación de la comunidad. En la Comisión se aprobará el dictamen que elabore dicha ponencia. Además, asistirá el presidente de la Asamblea, Juan Ramón Ferreira, y el presidente del PP extremeño, José Antonio Monago.