No es nueva en las páginas de este diario, pero está decidida a denunciar su caso cuantas veces sean necesarias. Navidad Contreras es el ejemplo, uno de demasiados, del retraso en la aplicación de la ley de la dependencia en Extremadura. Está esperando el dictamen de su hija Carmen, para la que solicitó la ayuda a la dependencia en el 2007 (poco después de que se pusiera en marcha el proceso) y que todavía no conoce su valoración. Más de dos años de demora le llevan a ser más que escéptica con el nuevo plazo acordado ayer por el Gobierno y las comunidades autónomas, que Extremadura ya aprobó en un decreto el año pasado.

"Ya no me creo nada" proclama tajante, sin querer recordar además el caso de su padre, que pidió la prestación en la misma época y lamentablemente falleció sin llegar a conocer su valoración ni, en consecuencia, recibir la asistencia que, en su caso, le hubiera correspondido. No obstante, si esta le es reconocida, aunque sea tarde, sus familiares tendrían que percibirla con efecto retroactivo, si bien en diciembre aún no habían tenido noticia. "No lo sé, es mi hermana la que gestionó ese tema y yo no quiero ni preguntarle, prefiero olvidarlo", comenta Navidad.

Pero no ocurre lo mismo con la valoración de su hija a la que, si bien admite que ahora mismo no le hace falta nada --afortunadamente, sus padres trabajan y tiene plaza en un centro día--, esta madre no puede evitar preocuparse por qué ocurrirá en el futuro. Por ello y ante la absoluta falta de noticias, su marido y ella aprovecharon las pasadas vacaciones de Navidad para visitar el Servicio Extremeño de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia (Sepad) e informarse sobre la solicitud de Carmen.

"Que resulta que no aparece en ningún sitio", explica indignada Navidad. Así al menos se lo aseguró la persona encargada de atenderla, a la que reconoce "muy buenas palabras", pero muy pocas soluciones. "Me dijo que no aparecían los datos y que me llamaría para aclarar qué había ocurrido después de las fiestas navideñas, pero estamos a 25 de enero (ayer) y no sé absolutamente nada".

No es extraño que Navidad sea escéptica con los anuncios relativos a la ley de dependencia y, como ella, son muchos los extremeños y los ciudadanos de todo el país decepcionados con esta normativa. El suyo es solo un ejemplo y no de los más preocupantes, porque, como repite, "nosotros ahora no lo necesitamos, pero mucha gente sí, y han creado muchas expectativas que se han visto decepcionadas".