¿Dónde ponen los medios de Estados Unidos el límite a la libertad de expresión? La difícil pregunta obtuvo una de sus posibles respuestas ayer, cuando la NBC y National Geographic anunciaron su decisión de prescindir de los servicios del periodista Peter Arnett en Irak. El domingo, este veterano reportero premiado con el Pulitzer por su cobertura de la guerra de Vietnam dio una entrevista a la televisión iraquí en la que criticó algunos aspectos de la actuación de Estados Unidos en la guerra. NBC defendió inmediatamente a Arnett y su derecho a opinar. Pero ayer, tras una tormenta política y mediática, fue despedido.

Arnett desató la polémica el domingo con afirmaciones como que "los planificadores de guerra americanos han juzgado mal la firmeza de las fuerzas iraquís" y que "el plan de guerra ha fracasado".

No menos controvertidas fueron sus alabanzas al "grado de libertad" del que los periodistas disfrutan en Irak. Esta idea indignó a cadenas como CNN y FoxNews, cuyos reporteros han sido vetados en Bagdad o expulsados. Muchos destacaron lo chocante que resulta que Arnett, miembro del consejo de dirección del Comité para proteger a los periodistas, hable de libertad cuando ese comité cree que dos reporteros de un diario neoyorquino permanecen retenidos por el régimen iraquí.