La cirugía plástica en la región mueve un volumen de negocio aproximado que ronda los 3,5 millones de euros anuales, aunque la facturación real es muy superior por la importante actividad que se desarrolla en el sector al margen de la legalidad. Las cifras oficiales constatan que Extremadura cuenta con cuatro cirujanos plásticos que trabajan en clínicas privadas, por las que pasan entre 800 y 1.000 personas al año. Sin embargo, fuentes del sector aseguran que el volumen de intervenciones quirúrgicas es muy superior.

Francisco Rodríguez Durán, cirujano plástico miembro de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética, --que lleva ejerciendo en la región desde 1975--, asegura que cada semana pasan por las consultas privadas extremeñas entre 10 y 15 personas. En el caso de los hombres, las operaciones que más se solicitan son para mejorar la nariz (rinoplastia), mientras que las mujeres buscan más "las operaciones de mama o reducción de tripa".

Su experiencia de treinta años en la región le acreditan para asegurar que "la demanda de este tipo de cirugía también va en aumento en Extremadura, como en el resto de España", pero va en proporción directa al nivel económico y poblacional. En el caso de la comunidad autónoma, la demanda está bien cubierta con los cuatro cirujanos de las clínicas privadas y los cinco que trabajan en el Servicio Extremeño de Salud (SES), si bien éstos se dedican en exclusiva a la cirugía reparadora en casos de accidentes o quemados.

La sanidad pública no cubre las operaciones de estética. Los profesionales del SES realizaron el pasado año 1.527 intervenciones en la región.

El doctor Rodríguez Durán comentó que en la época del año en la que nos encontramos hay "un repunte de la demanda", debido a que el verano está a la vuelta de la esquina y "las personas quieren estar lo mejor posible". Las intervenciones quirúrgicas de cirugía plástica es mejor hacerlas en invierno, explicó, "para que el postoperatorio sea mejor y se luzcan mejor los resultados".

MITOS INFUNDADOS Sin embargo, este facultativo no está del todo de acuerdo con algunas afirmaciones que acompañan a este tipo de cirugía. Para quienes aseguran que son muy caras y que sólo persiguen estar más coquetos, señala que "hay más casos de los que se puedan imaginar que lo hacen por cuestiones de salud", y cada vez es más frecuente el paso de los hombres por las clínicas, "en torno al 40% de los pacientes son hombres, que se operan de rinoplastia y de estiramientos faciales". Además, en su opinión, "la gente se opera cuando tiene un problema, independientemente de la edad y de su nivel económico".

En cualquier caso, este tipo de cirugía no está al alcance de cualquiera. Por analizar las operaciones más frecuentes, una liposucción cuesta una media de 3.000 euros, cifra que iguala e incluso supera, depende de la clínica y la ciudad, las rinoplastias, que pueden llegar a costar entre 4.000 y 6.000 euros. Las intervenciones para el aumento o disminución de mamas también rondan los 3.000 euros.

Rodríguez también alertó sobre la tendencia a operar con láser. Trabajar con este método "tiene las mismas ventajas e inconvenientes que cualquier otro proceso quirúrgico".