Pese a que la Federación Internacional del Automóvil sigue abogando por una reducción de costes en tiempos de crisis, parece que esta solo ha sido simbólica y en algunos elementos aislados como los tests y los repostajes. El Gran Circo sigue moviendo muchos millones. Se estima que la cifra está alrededor de los 2,7 billones de euros anuales. Lejos de sufrir una espantá , la temporada que baja el telón ha contado con la entrada de 26 nuevos espónsors.

La temporada 2010 debía marcar un punto de inflexión, pero el enorme escaparate publicitario que supone la F-1 sigue pesando más que la voluntad de los organismos rectores. Los grandes siguen teniendo la sartén por el mango. Ferrari, por ejemplo, tiene un presupuesto anual de 340 millones de euros; McLaren, 250 millones; Red Bull, 225 millones, y Mercedes, 175 millones. De ahí hacia abajo los equipos hacen lo que pueden, aunque tampoco está tan mal ya que Lotus, por ejemplo, mueve 68 millones de euros e Hispania Racing, uno de los más modestos, debe apañárselas con 40 millones.

Alonso, el mejor pagado

Además del coste que representa la investigación, el desarrollo de piezas (un volante vale 59.000 euros), los motores (unos 300.000 euros cada uno), los mecánicos y los ingenieros, hay que añadir el coste de la ficha del piloto. Fernando Alonso es el mejor pagado, con 30 millones al año (más sus contratos publicitarios), seguido de Lewis Hamilton, que cobra la mitad, y así hasta los últimos de la lista como Jaime Alguersuari (400.000 euros) y Bruno Senna (150.000 euros).

Bernie Ecclestone, cuya fortuna personal está valorada en 3.000 millones de euros, es el máximo responsable de todo. Dispone del 5% sobre el total de las acciones del campeonato, mientras que el resto está en manos de un fondo de capital riesgo, el CVC.

Los patrocinadores saben que la F-1 y las audiencias televisivas pueden reportar grandes beneficios. Esta temporada hay 200. El Banco de Santander usa la F-1 para potenciar su presencia en muchos países donde tiene intereses. Empezó apostando por McLaren tras la adquisición del Abbey Bank británico, y posteriormente Emilio Botín fue clave en el fichaje de Alonso por Ferrari. Los 40 millones de euros por temporada que invierte en la Scuderia (durante cinco años) son una propina si los comparamos con los 250 millones de retorno que ha obtenido en presencia mediática.

Cola para un GP

¿Y dónde se nota la crisis? Pues en el bolsillo de los aficionados. Pese al desembolso que les supone a los circuitos pagar los derechos a Ecclestone (de los 40 millones de euros que paga Singapur a los 3 de Monza), el espectáculo debe continuar.

El negocio sigue siendo la televisión y sus derechos. Se especula que en un año los derechos reportan 3.000 millones de euros. La solución de Bernie para crecer: hacer más carreras. Quiere llegar a las 25. En el 2010 ha habido 19, y el año que viene serán 20. Pero hay muchos candidatos que esperan entrar en este circo. Las incorporaciones recientes de China, Corea, Bahréin y Turquía abren el camino, por ejemplo, a la India.