Al margen de los proyectos ocultos que manejen las empresas, todo apunta a que Iberdrola es la eléctrica que parte con ventaja en la carrera por acaparar el mapa eólico de la región. Así, antes de que se produjese el cerrojazo a las autorizaciones, sobre la mesa de la Dirección General de Industria de la Junta había 143 proyectos, que suponían una inversión conjunta de 3.000 millones de euros, para la colocación de más de 6.000 aerogeneradores que debían sumar una potencia de 1.300 megawatios.

Estos planes se repartían entre Gamesa (116 proyectos), Siane (15), Eólicas de Extremadura (7), Eólica Aragonesa (2), Energías Eólicas Europeas, Iberdrola y Aesa, con uno cada una.

La posición de ventaja de la empresa presidida por Iñigo de Oriol viene determinada porque es la accionista mayoritaria de Gamesa, a través de IBV, que posee casi el 32%, y que es una firma participada a partes iguales por el BBVA e Iberdrola, tras una operación de compraventa de activos que tuvo que pasar por el Tribunal de Defensa de la Competencia a principios del pasado año. Meses después, en el verano del 2003, Gamesa compraba Made, la filial de Endesa para energías renovables, por 120 millones de euros.

Además, esta misma eléctrica cuenta con el 68% de Energías Eóicas Europeas.

Por otro lado, Iberdrola posee el 100% de Iberenova, su filial para energías renovables, que también entrará en la puja , así como EHN, otra potencia en el sector eólico y donde la empresa de Oriol tiene el 37%.

En cuanto a Sinae, su accionariado se reparte entre Hidrocantábrico (80%) y Caja Madrid (20%).

Respecto a la gran competidora de Iberdrola en el mercado eléctrico extremeño, Endesa, tras vender su filial Made se centró en su propia empresa, Endesa Cogeneración y Renovables, que cuenta con parques eólicos en Galicia (once), Castilla y León (cuatro), Aragón (nueve), Cataluña (dos) y Andalucía (siete), y ya ha mostrado su interés por entrar en el recién abierto mercado eólico regional.

Dinero para los pueblos

Este interés haría saltar por los aires los cálculos previos, que, por un lado, marcaban un límite de potencia instalada en el 2010 de 500 megawatios en Extremadura, y por otro, condicionados por la moratoria de la Junta, apuntaban que en el horizonte 2011 la región no contaría con un solo megawatio de los 30.025 instalados en España.

Sin embargo, todos los proyectos deberán pasar el filtro de creación de empleo impuesto por el Ejecutivo regional. En este sentido, un portavoz de Iberdrola manifestó que "existe un gran desconocimiento de lo que puede suponer en sí misma la instalación de un parque eólico para una zona", aludiendo a la recuperación de población en pequeños núcleos rurales donde se instalaron aerogeneradores.

Así, el mismo portavoz explicó que los cálculos de su compañía aluden a la creación, para un parque de pequeño tamaño, de medio centenar de empleos durante las obras, y otros seis permanentes sólo para el mantenimiento de los 30 aerogeneradores con que contaría el parque.

Además, el ayuntamiento se beneficiaría de unos ingresos directos de 3.000 euros por cada molinillo en concepto de alquiler de terrenos, a lo que se sumaría el IBI y el IAE. Para la población, suministros como el agua serían gratuitos.