Carmen Heras abandonaba el ayuntamiento a la una y media de la tarde, bajó las escalinatas en dirección a la plaza Mayor. A la misma hora, Elena Nevado se encontraba en las dependencias de la alcaldía. El traspaso entre la que ha sido alcaldesa de Cáceres y la nueva regidora estaba hecho. Una hora antes Nevado juraba el cargo de alcaldesa y anunciaba sus primeros compromisos: "responsabilidad, eficacia y austeridad en los gastos, tenemos que hacer más con menos". Leyó su discurso ante compañeros de corporación y de su partido, familiares, representantes de instituciones y colectivos y ante un grupo de indignados, que dentro y fuera del ayuntamiento repetían: "No nos representáis". Agentes de paisano desalojaron a algunos de estos jóvenes del salón de plenos.

Nevado es la segunda candidata del PP que se pone al frente de la ciudad y contará con un equipo de dieciséis concejales. Será el gobierno desde las elecciones de 1979 que tenga más ediles.

Nevado inició su primera intervención como alcaldesa refiriéndose a la crisis y asegurando que ante "la actual situación social y económica" tendrán que dar "ejemplo de sensatez, eficacia y eficiencia en la toma de las decisiones" con el fin último de "reducir la tasa de desempleo".

Aludió a objetivos concretos. Citó que para conseguir "los retos de futuro" de su gobierno "necesitamos trabajar de la mano de los empresarios, emprendedores y de todos los que quieran implicarse en la política municipal" y aseguró que pondrán en marcha un plan de racionalización del gasto corriente.

Tras afirmar que habrá transparencia en la gestión y que se partirá "sin mirar nunca al pasado", reivindicó una ley estatal de financiación municipal capaz de dar respuesta a las necesidades reales de los ayuntamientos. En este punto hizo una crítica al plan E, del que manifestó que si 6.000 de sus 13.000 millones se hubiesen dedicado "a sanear las cuentas negativas" de los ayuntamientos, no existiría deuda "en ningún municipio de este país".

Otros compromisos fueron la creación de un consorcio de la ciudad monumental, que se retomarán las conversaciones con El Corte Inglés y que se acometerán las "correcciones precisas del plan de urbanismo que hagan posible que no se descarten para siempre proyectos como la casa de campo de la Montaña".

Terminó su intervención agradeciendo el apoyo recibido de su esposo, de sus dos hijas y de sus padres, "que me transmitieron los principios y los valores que me han conducido hasta aquí".

OPOSICION "Su discurso es un cúmulo de teoría como todo lo que ha hecho en cuatro años en el ayuntamiento". Así calificó Carmen Heras el discurso de Nevado. La ex alcaldesa asumirá ahora la portavocía del grupo municipal socialista y será tras el verano cuando "mi partido y yo decidamos si me quedo o me voy", aunque a continuación añadió: "creo que poco más puedo aportar a la política local, en estos cuatro años lo he dado todo, hasta la salud, mi compromiso con la ciudad está cumplido".

Heras criticó que Nevado cuestionase el plan E. Aseguró que el Gobierno hizo bien destinando los fondos para equipamientos. "Demuestra como ve ella --Nevado-- la ciudad, primero sanear el ayuntamiento y luego ya pensamos en el ciudadano", aseguró. La ex alcaldesa añadió que Nevado "ha tirado balones fuera" con su discurso, "resulta que el problema del paro ya no es solo del gobierno local, cuando hasta hace unos días decía lo contrario".

Por su parte, el ex alcalde José María Saponi, que asistió a la investidura de la alcaldesa, aseguró que fue un discurso "de compromiso, responsabilidad y de apertura a los ciudadanos".

La portavoz del grupo municipal de IU, Margarita González Jubete, cuestionó la cita de Nevado a la operación de las Carmelitas, "es absurdo lo de El Corte Inglés, es una actuación muy discutida, no venía a cuento citarla y representa una especulación urbanística terrible". En la toma de posesión del acta, los dos concejales de IU sustituyeron la alusión al Rey por una referencia a sus principios republicanos.

González Jubete aseguró que lo que más le había preocupado de lo ocurrido en la sesión de investidura fue el trato dado a los jóvenes "del movimiento del 15-M, se les ha desalojado del pleno, incluso por personas que no estaban de uniforme, por decir ´no nos representáis´, lo que me resulta indignante. He visto a muchos que gritaban ´Elena, Elena´ y no se les ha desalojado".

El grupo de indignados, sobre medio centenar, inició su protesta antes de la investidura. Los agentes de policía no dejaron entrar en el ayuntamiento a los que portaban carteles en los que aparecía un ojo con la inscripción: "los indignados os estamos observando". Jorge Meneses, uno de sus interlocutores, manifestó que estaban allí para que los concejales firmasen un compromiso ético, documento que rubricaron los ediles del grupo municipal socialista y de IU.

En el salón de plenos, algunos indignados profirieron gritos en momentos puntuales de la sesión, la frase que más se repitió fue "no nos representáis". Sus quejas se mezclaban con las voces de aquellos que aplaudían y apoyaban a la alcaldesa. La sesión no se interrumpió. Agentes de paisano sí desalojaron a algunos de los indignados. Meneses criticó la actitud de la policía y que a muchos de ellos no se les dejase entrar en el salón.

El momento más tenso fue cuando la alcaldesa junto a familiares, ediles del PP y miembros del partido se dirigieron andando desde el ayuntamiento al hotel Agora. Nevado salió escoltada por la presencia de jóvenes que iban junto al grupo y se acercaban a ella para que firmase el documento. Cuando llegaron a la plaza de San Juan, agentes de la Policía Nacional pararon a la mayoría de los jóvenes, dejando que la comitiva siguiese hasta el hotel, en cuyas puertas se concentraron los indignados, que siguieron con su protesta.