TLta tarde del 10 de junio, en uno de los salones del hotel Don Manuel, PP y Ciudadanos firmaban un acuerdo por el que Elena Nevado sería investida alcaldesa tres días después. Nevado (PP) y el portavoz de Ciudadanos, Cayetano Polo, posaban juntos y sonreían. El 16 de septiembre ya no aparecían en la misma foto y no había risas. Polo, flanqueado por concejales de su grupo, expresaba su malestar porque el desarrollo de puntos del pacto no se cumplía y advertía de que Ciudadanos no iba ser una mera comparsa. Una hora después, Nevado aseguraba que eran más los puntos de encuentro que las diferencias con Ciudadanos, partido con el que a priori el PP podía llegar a más acuerdos durante la legislatura, y pedía disculpas si unas declaraciones anteriores del secretario del PP local hubiesen molestado a Polo. La sombra de la moción de censura estuvo ese día presente, pero de ahí a que realmente se haga efectiva queda mucho camino, mas cuando actualmente no se está dando una situación grave de desgobierno.

Estos cien días de gobierno han demostrado que los que hace tres meses eran aliados ya no lo son tanto y que el gobierno en minoría de Nevado está más solo frente a una oposición en mayoría. Pero la clave para medir ese distanciamiento entre el gobierno y la oposición será el presupuesto de 2016, la principal norma que aprueba el ayuntamiento a lo largo del año. Ese documento te dice qué se quiere, más bien qué se puede hacer y cómo pagarlo. Ahí se verá la capacidad de negociación y cesión del gobierno y el interés de la oposición en alcanzar acuerdos o en bloquear al ejecutivo. Se puede funcionar con presupuestos prorrogados, pero la lógica invita al consenso en esta norma. De momento el PP ya se ha apresurado a presentar un borrador y el principal grupo de oposición, el PSOE, a anunciar que no está de acuerdo con apartados de la propuesta.

En estos tres meses y medio transcurridos desde el 13 de junio se ha seguido con proyectos de la anterior legislatura, el párking de Primo de Rivera, la renovación de la red de abastecimiento en Cáceres el Viejo o la regulación del acceso de vehículos en la parte antigua, y nuevos, como el plan de rescate, iniciativa de CáceresTú apoyada por todos los grupos para, entre otros fines, incrementar la partida de ayuda y primeras necesidades.

Se ha seguido trabajando en la reducción de la deuda, que es el principal problema que tiene la administración local. En julio se terminaron de amortizar los seis créditos que por importe de 30 millones se firmaron en 2009 con el pago de una última cuota de 2,5 millones. Ese mismo mes se aprobó un reconocimiento extrajudicial de crédito por valor de 630.000 euros para ir reduciendo el déficit del autobús urbano (los principales acreedores del ayuntamiento son las empresas que tienen la concesión de servicios). Por contra, se ha tenido que recurrir de nuevo a Hacienda para recibir un anticipo de 6,6 millones y poder cumplir con el periodo medio de pago a los proveedores, que no puede superar los treinta días.

VALORACIONES La petición de este anticipo hace que el portavoz del PSOE, Luis Salaya, recrimine a la alcaldesa sus afirmaciones durante la campaña "de que había mejorado la situación económica del consistorio en su anterior mandato, pero ahora vemos que esto es falso porque nos encontramos pidiendo un nuevo rescate". No es su única crítica. Otra, en la que coincide el resto de la oposición, es la ausencia de consenso.

Polo añade otro reproche al gobierno: falta de transparencia. "El gobierno olvida que los concejales de la oposición tenemos derecho a toda la información", además insiste en que no se busca el acuerdo y se intenta gobernar "imponiendo medidas con resoluciones de la alcaldía".

La valoración que hace el portavoz del gobierno y del PP, Rafael Mateos, es opuesta. Asegura que los primeros cien días "han estado marcados por el consenso y el diálogo con el resto de grupos políticos, el contacto con la oposición ha sido permanente".

La portavoz de CáceresTú, Consuelo López, agrega otro objetivo aún no cumplido y que espera lograr: "Acabar con privilegios de los políticos que no se deben tener", por eso destaca un hecho puntual, la devolución por su grupo de entradas al concierto de Fito y los Fitipaldis, como el camino a seguir.