EDAD 47 AÑOS PROFESION NEFROLOGO ADJUNTO DEL HOSPITAL INFANTA CRISTINA CARGO FUE EL PRIMER PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD EXTREMEÑA DE NEFROLOGIA Y ACTUALMENTE ES EL VICEPRESIDENTE DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HIPERTENSION-LIGA PARA LA LUCHA CONTRA LA HIPERTENSION ARTERIAL

Con su amplia experiencia en el ámbito de la nefrología y de los trasplantes --coordinó el servicio en el Hospital Infanta Cristina, donde trabaja, entre 1989 y 1992--, Nicolás Roberto Robles explica las claves de la selección de receptores de órganos.

--¿Es preceptivo, por sí solo, un trasplante a un paciente con insuficiencia renal crónica?

--No solo no es preceptivo sino que, desgraciadamente y pese a que estamos a la cabeza en donaciones, no podemos garantizar el trasplante a todos los pacientes. De hecho, la cifra de personas en hemodiálisis es superior al de trasplantados. Por ello, el trasplante debe seguirse viendo como medio extraordinario de supervivencia, aunque sea el mejor de los posibles, y se debe hacer la selección objetiva del receptor más adecuado.

--¿Y si el paciente sufre una encefalopatía grave con retraso psicomotor profundo?

--La lista de trasplantes selecciona de la forma más objetiva posible, en función de variables como el tiempo en diálisis, la compatibilidad entre receptor y donante, la edad del paciente y sus complicaciones asociadas. Si hubiera riñones para todos los receptores, no habría ninguna limitación, puesto que todo el mundo sale beneficiado: receptor, familia y servicio de salud. Pero como no es posible trasplantar a todos, es necesario discriminar positivamente a aquellos cuyas condiciones de vida se van a beneficiar más y/o con mayor supervivencia probable.

En estas condiciones no parece razonable éticamente negar un trasplante a un paciente que puede llevar una vida plena para beneficiar a otro cuyos hábitos de vida no se van a modificar, no va tener conocimiento de que se hayan producido cambios en su tratamiento y es tratado correctamente según los procedimientos ordinarios (diálisis) con una supervivencia posiblemente larga (hay gente que ha sobrevivido más de 30 años en diálisis).

--¿Hay diferencias entre pacientes adultos y niños?

--La única diferencia es que los niños, cuando se estima indicado el trasplante, tienen preferencia.

--¿Existen precedentes similares al caso de Fabio?

--Hay situaciones parecidas y, en general, se han resuelto negativamente para las personas con discapacidad en razón de la falta de disponibilidad universal de los trasplantes y la necesidad de discriminar positivamente a los receptores que mejor puedan beneficiarse.

--¿Hay argumentos favorables al trasplante en este caso?

--El paciente tiene el mismo derecho que todos los demás a recibir un órgano con la finalidad de sanar su enfermedad; este principio, en cuanto persona, no es discutible. Es la ausencia de posibilidades para todos la que obliga a dar preferencia a otros enfermos.

--¿Es el "alto riesgo de fracaso" un criterio habitual?

--Esta es la razón principal para no incluir a un paciente en la lista de trasplantes en la mayor parte de los casos.

--¿Hay soluciones alternativas?

--Si existieran, no habría debate. Pero la diálisis y los nuevos sistemas para las complicaciones son un tratamiento adecuado, con el que se puede vivir muchos años y que está garantizado.