Ninguna normativa legal obliga al vallado de fincas agrarias y charcas como la que causó la muerte de los niños Samanta, Cristian y Roberto Jiménez en Navalmoral de la Mata el pasado domingo, según han confirmado a EL PERIODICO EXTREMADURA el Gobierno autonómico y los servicios jurídicos de las organizaciones agrarias regionales.

La familia de los tres hermanos ahogados, de 12, 10 y 5 años, se lamentó el lunes de que había informado hace tres años a la Guardia Civil de la necesidad de poner un cerramiento al paraje, dada su peligrosidad. Además, afirmó que repetidamente había requerido, sin éxito, a los propietarios de la poza que tomaran medidas que evitaran el fácil acceso de niños y animales a ésta.

Sin embargo, a la vista de la legislación, la denuncia de la familia era en balde. Fuentes del Gobierno regional aseguraron ayer que según sus registros la finca de Navalmoral no figura como explotación ganadera y no tiene obligación legal de vallar la zona. En virtud de la normativa, cualquier propietario que quiera acotar un terreno debe solicitar los permisos correspondientes a la Dirección General de Medio Ambiente. De hecho, según reconocen las organizaciones agrarias, a lo largo y ancho de la comunidad hay cientos de charcas similares a la de Navalmoral, es decir, al alcance de cualquiera y sin vallas de protección.

VALORACION DE IBARRA El presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, refrendó que "la Junta no tiene ninguna competencia para ordenar el vallado de la charca de Navalmoral".

En declaraciones tras ser recibido en audiencia en Zarzuela por el Rey Don Juan Carlos, Ibarra, a preguntas de los periodistas, dijo que "siempre hay que buscar culpables pero, en caso de vallar esa charca, debería hacerse lo mismo en los ríos de las grandes ciudades porque podría ocurrir la misma tragedia, ya que el peligro es el mismo".

"Entiendo el dolor de la familia --continuó-- y no quiero ni imaginarme lo que es perder tres hijos de golpe, pero tampoco hay que buscar responsabilidades donde no las hay". No obstante, se mostró seguro de que él también las buscaría en el caso de que le ocurriera algo similar.

Según Ibarra, "esto ha sido una desgracia que le puede ocurrir a cualquiera, ya que un niño pequeño se puede escapar, meterse en una charca y ahogarse".

Por su parte, los servicios jurídicos de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA-UCE) aseguran en el caso de Navalmoral que al tratarse de una finca particular, y a falta de conocer más detalles que pudiesen indicar lo contrario, "sólo se podría obligar a vallarla si hay un perjuicio público", lo que al parecer no es el caso. Además, sostienen que "ninguna laguna o charca está vallada" en la comunidad, por lo que en realidad, explica, lo ocurrido el pasado domingo es que determinadas personas --en este caso tres niños-- han entrado en una propiedad particular sin autorización.

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