La mina a la que podrían incorporarse los mineros extremeños de la empresa pública Presur ha adquirido relevancia en la región en los últimos meses, pero más por las denuncias ecologistas que por las características del yacimiento, que, según los especialistas, lo convierten en uno de los más importantes a nivel internacional.

La mina de níquel de Aguablanca , ubicada en el municipio pacense de Monesterio, fue descubierta tras trece años de investigación en la zona. Desde el primer momento se supo que se trataba de una de las mayores reservas de níquel de Europa, algo a lo que posteriormente se sumó la importante presencia de cobre en el mismo suelo. Antes de pasar a manos de Río Narcea Gold Mines, la explotación era propiedad de la empresa pública Presur y de Atlantic Copper (Río Tinto Minera). Según las previsiones de la empresa promotora, producirá un tercio del total de níquel de la Unión Europea.

Los mineros deben empezar los cursillos de formación el próximo día 2 de noviembre, ya que está previsto que la mina se encuentre a pleno rendimiento en el segundo trimestre del año.

El objetivo de la compañía propietaria de los derechos de explotación es producir más de 10.000 toneladas anuales de níquel, que serán adquiridas en su totalidad, en principio hasta el 2010, por la empresa suiza Glencore.

Las características

La mina, que dará empleo a 72 personas, ocupa una superficie de 23,14 hectáreas, aunque la multinacional tiene una concesión para investigar en un área de 2.200 kilómetros cuadrados. Según las cifras que recogía el proyecto, la inversión en la explotación minera y la planta de tratamiento del mineral rondan los 72 millones de euros. La financiación de la explotación se ha logrado a través de Investec --un grupo bancario con oficinas centrales en Reino Unido y Sudáfrica-- y Macquarie Bank --entidad financiera procedente de Australia--.

En cuanto a las perspectivas del yacimiento, Río Narcea calcula que se moverán 15 millones de toneladas de roca para extraer 18.500 toneladas de mineral, de las que 11.100 serán níquel y el resto de cobre. También está previsto que se extraigan unas 13 toneladas de minerales del grupo del platino y otras tres de oro.

Y es que el interés de Río Narcea por el yacimiento extremeño de níquel viene motivado por la intención de que los resultados de la firma no dependan por completo del mercado del oro, que hasta el momento ha supuesto su única actividad. La empresa, fundada en 1995 para explotar yacimientos acuíferos en Asturias, ha acumulado en su trayectoria pérdidas cercanas a los 10 millones de dólares, que actualmente parece estar remontando tímidamente.