--Por primera vez un sondeo prevé un vuelco electoral en Extremadura. ¿Cómo lo analiza?

--Simplemente creo que no responde a la realidad. Nosotros estamos haciendo nuestra propia encuesta, que hacemos desde hace 20 años con los mismos y con conocimiento de la serie histórica. La de ahora es una encuesta de alguien que un mes antes había hecho otra con resultados distintos y que en 1995 dio esa previsión y luego no se produjo. En cualquier caso no deja de ser una encuesta, que tiene el valor que tiene. Sí me extraña que, en relación con el mes anterior, aumente la valoración del presidente y baje la del candidato alternativo pero haya un vuelco electoral, es difícil de entender. Por no decir otras inexactitudes que creo que hay, pero con todo el respeto hacia la empresa.

--¿Qué dicen los sondeos que maneja el PSOE?

--Cuando los tengamos, los haremos públicos.

--¿Y su sensación? ¿Siente que podría perder las elecciones?

--Es que no forma parte de mis preocupaciones, aunque la gente no se lo crea. Estoy entregado en cuerpo y alma a lo que estoy entregado, la crisis, y si salimos de ella, habrá ganado esta región y este país y habremos ganado todos, al margen de las elecciones. Lo digo profundamente convencido.

Además, están cambiando muchos paradigmas, también el electoral; vamos a ver cómo es la próxima campaña. No me veo ofreciendo el oro y el moro, sino explicando qué vamos a seguir haciendo para superar esta situación y para no volver a caer en ella y eso no se podrá hacer solo diciéndole a la gente lo que quiere oír.

--¿Pero no es de temer que los ciudadanos den un bofetón al Gobierno central en la cara de los candidatos autonómicos del PSOE?

--El ciudadano es libre de hacer lo que quiera. Este no es un partido de coyuntura. El otro día celebramos los 100 años de haber sacado el primer diputado. Somos el único partido en España no nacionalista sentado en Las Cortes desde que se instauró la democracia. Los demás han cambiado, se han refundado... Nosotros no necesitamos cambiar para adaptarnos a las circunstancias, sino adaptar nuestros mensajes a una sociedad distinta. Pero no estoy preocupado por los resultados electorales porque, si no, habría cosas que no haría, como reducir las ayudas a las familias o los sueldos a los funcionarios, no estaría renunciando a promesas...

--¿Siente por eso que ha fallado a los 352.342 extremeños que le votaron?

--No es que sienta que les he fallado, porque primero me habría fallado a mí mismo si hiciera eso sin ser lo que esta región necesita. Si no mantenemos las ayudas a las familias, por ejemplo, es porque no las podemos pagar y solo podemos explicarlo: no las hemos eliminado, las hemos reducido, las hemos ampliado al primer hijo... Esta semana me he carteado con no menos de 50 parejas y les he explicado que para mí no es una decisión agradable, pero es lo mejor para Extremadura.

--El presidente Ibarra dijo que su trayectoria política empezaba y acaba en Extremadura. ¿El presidente Vara dice lo mismo?

--Exactamente lo mismo.

--¿Y desde esa posición cómo se ven esos enfoques de los medios nacionales de que usted es "el mirlo blanco socialista"?

--No lo sé, porque a mí nadie me ha preguntado. Si lo hubieran hecho, les diría que no, porque he podido ser lo que más puede llenar de orgullo a un extremeño: ser presidente de mi comunidad. Y porque, además, insisto en que yo elegí ser médico y la política me eligió a mí, pero quiero acabar siendo lo que yo elegí.

--¿La política es un tiempo?

--Sí, lo he dicho muchas veces, en otro tiempo eran necesaria mucha presencia en política, pero eso ya pasó. Ahora no se puede estar ni un minuto en que hayas perdido la pasión (la que te permite trabajar 14 o 15 horas diarias, 355 días al año...) y eso no se puede tener eternamente.

No es una cuestión temporal; tengo una edad en que un proyecto de ocho, doce años, puede ser razonable, pero no es algo que te marques a priori. Yo necesito estar apasionado por la política y no voy a engañar a nadie, estaré el tiempo que tenga que estar y luego me iré a mi casa.

--Terminamos como empezamos: ¿la crisis ha avivado o apagado esa pasión?

--Me ha cambiado algunas prioridades. Antes tenía la sensación de que íbamos montados en una ola y ahora siento que vamos contra ella, porque no nos llevaba a buen sitio; entonces eso me reafirma en la necesidad y el valor de la política. Para mí, está siendo una experiencia enorme, porque tengo la sensación de que realmente estamos cambiando las cosas. Aquí creíamos --con más o menos profundidad-- que la prosperidad genera por sí sola prosperidad y no es verdad. Y que solo tiene valor lo que tiene precio y tampoco lo es. Y que hacer política con dinero es mucho mejor, no sé si será más fácil, mejor no.