En los últimos años ha aumentado de forma considerable la demanda de permisos de motocicleta, en unos casos por la afición al motociclismo y en otros para poder acceder a oposiciones de Policía Nacional, Guardia Civil etcétera. Esto ha traído consigo una gran cantidad de usuarios de este tipo de vehículos a las carreteras y por desgracia también accidentes. Los siniestros tienen tres factores fundamentales: el humano, la vía y el vehículo. Si bien las motos se encuentran en un estado aceptable, ya que la mayor parte de las que circulan tienen menos de tres años, es el factor humano y las carreteras las que en muchos casos no están a la altura de las necesidades de las motos.

Aunque es cierto que se están haciendo esfuerzos para mejorar el estado de las vías, adecuando, por ejemplo, los guardarrailes, auténticas cuchillas para los moteros, aún quedan muchos kilómetros por mejorar.

Pero también hay que tener en cuenta que las vías no son circuitos de velocidad con zonas de escape por si nos equivocamos y con ambulancias esperando para atendernos al instante. Es el factor humano el principal responsable. Por ello tenemos que ser cada uno de nosotros los que nos concienciemos y nos adaptemos a la normativa, de manera que utilicemos las carreteras y el vehículo de forma responsable.

La solución a todas estas consideraciones debería ir encaminada en dos líneas: en cuanto a la Administración, le compete la mejora de las vías; con respecto a los conductores, hay que trabajar en una mejor formación de los mismos adquiriendo las habilidades necesarias.

Uno de los puntos importantes de la nueva normativa es que se obtendrán los diferentes permisos para subir de cilindrada de manera escalonada, adquiriendo el conductor la experiencia necesaria para poder disfrutar de la moto de manera segura.

*Profesor de autoescuela