Un coche derrapando en un descampado rodeado de gente. Para y sale un joven que muestra un fajo de billetes y alardea del modo secreto de ganarlos. En el vehículo hay un niño pequeño, seguramente su hijo, sin cinturón. Es solo un ejemplo de las muchas escenas de programas que, como Callejeros (Cuatro ), dan una imagen muy dañina del colectivo gitano que este, en el día en que internacionalmente se celebra homenajea a esta etnia, reclamó ayer erradicar. En torno a 15.000 gitanos viven en Extremadura (no hay estadísticas) y la Fundación del Secretariado Gitano en la región destaca que son "un grupo diverso y heterogéneo".

Como tal, dice su directora, María Teresa Suárez, es cierto que pueden darse casos como los que se ven en televisión y que no desmiente, pero resalta que no representan a todos los gitanos y que estos tienen presencia en todas las esferas de la sociedad. Por ello, aboga por superar estereotipos como el del vendedor ambulante que, si bien admite que es un perfil común en este colectivo, no es ni mucho menos el único. "Hay gitanos y gitanas que son profesores, funcionarios, camareros... Estamos en muchos sitios, no solo cerca de chabolas".

Suárez explica que la comunidad gitana se reparte por toda la región, si bien tiene mayor presencia en las capitales provinciales, "simplemente porque en ellas vive más gente". Esa afirmación es una constante en el discurso de la responsable de la Fundación del Secretariado Gitano en Extremadura, que está convencida de que "hasta que todos nos lleguemos a entender que no somos tan diferentes" no se lograrán superar los estereotipos.

Ese es uno de los objetivos de la organización que dirige, pero que --advierte-- se trabaja con iniciativas muy diferentes, justo lejos de los tópicos. Por ejemplo, Suárez explica que "el absentismo existe, pero no se puede generalizar" y detalla que el Secretariado desarrolla algunos programas --a veces en colaboración con otras entidades-- para combatirlo, pero se centra más en "el refuerzo escolar, la continuidad en secundaria y el salto a la universidad" que son ahora sus retos ("como de toda la sociedad", apunta). Prueba del avance en este área son las 9.000 gitanas que han cursado o cursan estudios superiores en España, donde ocho de cada diez titulados universitarios de esta etnia son mujeres.

De este modo, el pueblo gitano en Extremadura persigue acabar con muchos prejuicios, desde el machismo a las tendencias delictivas, si bien sus representantes admiten que "se han producido grandes avances, pero aún queda mucho camino por recorrer". De hecho, esta misma semana --coincidiendo con la II Cumbre Europea sobre el Pueblo Gitano-- el presidente de la Fundación Open Society, George Soros, denunció que los 12 millones de gitanos que viven en Europa sufren "la peor forma de exclusión social, la étnica", informa E. P.