Toda España vivió el último tramo de la jornada electoral pendiente de los resultados de Mérida, que se demoraron más de la cuenta a causa de la impugnación de la última mesa que quedaba por hacer el recuento de votos, en el colegio Antonio Machado del Peri de San Lázaro, que había sido impugnada por el PP al figurar en la lista cinco personas más de las que realmente habían votado.

Y sí la votación de por sí había sido reñida, ya que con el 85% de los votos escrutados el PP le sacaba sólo una diferencia de 14 votos al PSOE, la mesa que faltaba podía decidir el resultado. A falta de contabilizar esa mesa el PP aventajaba en 142 votos al PSOE y quedaba por contar 323 papeletas y en la otra mesa instalada en el colegio consiguieron 125 votos.

Tanto el PP como el PSOE movilizaron a sus abogados, que se trasladaron al colegio Antonio Machado, donde estuvieron negociando 45 minutos, ya que el presidente de la mesa había aceptado la impugnación.

Mientras tanto la tensión se acumulaba en la sede del PSOE y en el Hotel Meliá, donde se concentró el PP, ya que no dejaba de sonar el teléfono de simpatizantes y medios de comunicación de todo el país interesándose por el resultado. Incluso el propio presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, se negó a dar a conocer los resultados a la Asamblea de Extremadura hasta que no se resolviera lo que estaba sucediendo en el Peri San Lázaro.

El conflicto se resolvió tras una consulta del presidente de la mesa a la Junta Electoral de Zona, que le recomendó que hiciera lo que creyera oportuno. Por fin decidió no aceptar la impugnación y se contaron las papeletas de la última mesa que faltaba, sobre las 11.15 horas y hasta media noche no se conoció el resultado final, por el que el PP ganó al PSOE por una diferencia de 108 votos.

A la victoria del PP ayudó que IU no sacó ningún concejal, que se lo hubiera restado a los populares, y los votos del Partido Independiente de Mérida Capital (PIMC), liderado por el exsocialista Juan Manuel Romera, que abandonó el PSOE en el último tramo de la legislatura.

MUCHOS NERVIOS

El ambiente en el cuartel general del PP, el hotel Meliá, era de euforia y se llenó de simpatizantes a medida que se iban conociendo los resultados.

Pasaban diez minutos de la una de la madrugada cuando apareció en el hotel Meliá el recién reelegido alcalde, Pedro Acedo manifestó que "no ha ganado el PP, ha ganado Mérida". Emocionado, con lágrimas en los ojos, el reelegido alcalde con apenas un centenar de votos, agradeció a todos los emeritenses el apoyo, en un feudo "que es las trincheras de las elecciones en Extremadura".

Con los síntomas evidentes de haber pasado una mala tarde-noche, Acedo reconoció que "ha sido muy difícil" y que no había podido "aguantar los nervios" desde su refugio en Proserpina.

Por otro lado, señaló que el objetivo, "que era alcanzar los trece concejales, se ha cumplido", indicó que la noche antes ya apostó por escrito el resultado final, dejó claro de "seguir siendo amigo de Angel Calle y él amigo mío", y reiteró que "el pacto de IU con el PSOE ha decidido la suerte de IU".

Por su parte, el candidato socialista José Angel Calle, que felicitó a Acedo "de todo corazón" señaló que se sentía orgulloso de lo que habían conseguido "trabajar unidos y generar ilusión" y aseguró que se han tenido que enfrentar a "medios de comunicación comprado, a prácticas terribles y a descalificaciones que han hecho llorar el alma".

Calle afirmó que el objetivo es cerrar la fractura creada por el PP, "que ha dividido en dos mitades la ciudad y tenemos la obligación de restañar esa herida".

Sobre la candidatura socialista indicó que "la única ambición política es la de trabajar desde el barrio de Cantarranas hasta el de San Juan" y destacó que cada uno de sus miembros vive de su trabajo" y manifestó que había que abrir el partido a la sociedad "para no crear monstruos como Romera".

El gran derrotado, el cabeza de lista por IU, Vicente Ramírez no podía disimular su profunda tristeza y declaró que "el bipartidismo ha hecho mella y se ha instaurado en la ciudad", una circunstancia para la que no encontraba explicación, señaló, "porque no sé si el electorado a castigado a IU o ha premiado a otros". En todo caso, reiteró, "los vecinos de Mérida lo van a notar", a la vez que reconoció que "la democracia tiene esto".