A un paso. Solo la entrevista personal (la última prueba, tras el examen físico, el teórico y el psicotécnico) separa a Noelia Martín de su objetivo: convertirse en agente del Cuerpo Nacional de Policía. Es su tercer intento y reconoce que últimamente ha aumentado la cifra de aspirantes, como consecuencia de la crisis económica. "Hay gente en paro que se presenta por probar. Yo tengo varios amigos que, tras perder su trabajo en la construcción, lo han intentado", afirma.

No es su caso, ya que desde que era estudiante tenía clara su vocación, reforzada por el éxito de una amiga que se unió a la Guardia Civil. Noelia, sin saber bien por qué, se siente más atraída por la Policía y, concretamente, la investigación judicial. Por ello, tras terminar el Bachillerato --"por si acaso", apunta, ya que los cuerpos de seguridad del Estado solo exigen el título Educación Secundaria Obligatoria--, comenzó a ahorrar para obtener los carnets necesarios para optar a una de las plazas de la Policía (los permisos A1, B y BTP). Para ello, ha compaginado su trabajo en una tienda en su localidad natal y donde reside, Valrío (pedanía de Guijo de Galisteo), con su preparación en Cáceres (teórica) y Plasencia (física).

De este modo y a sus 27 años, actualmente está inmersa en su tercer asalto a su soñado empleo, en el que en la última convocatoria le acompañaron casi 50.000 personas (unas 50 por plaza). Pero, al contrario que en las anteriores --cuando únicamente superó las pruebas físicas--, Noelia está hoy a un paso --la entrevista personal-- de lograr su objetivo. Un objetivo que, tras la reducción de la estatura mínima exigida y, sobre todo, ante la crisis, le acompañan más candidatos. Pero que esta vez espera alcanzar. "Ojalá", asegura esperanzada.