La manifestación contó con la participación de numerosas mujeres llegadas desde distintas poblaciones de las Vegas Altas y Bajas del Guadiana. Durante el recorrido los manifestantes corearon lemas como Ea, ea, ea, el campo se cabrea y Ministra, Zapatero, ayudad al tomatero .

"Veo la situación fatal", explica Manuela Gallardo, una agricultora de Pizarro, que va vestida de tomate. "Como no se remedie, vamos para abajo. Nos hemos metido en maquinaria y en el banco y ahora no podemos pagar. ¿Qué vamos a hacer este año?", se pregunta Manuela. "Si ellos quieren (el Gobierno), nos pueden ayudar a reponer las tres pesetas que nos han quitado", añade en relación a la disminución de ingresos por prima y precio comercial. "Esas tres pesetas (por kilo) eran nuestro margen de ganancia que teníamos".

Lo de Paqui Domínguez sí que tiene mérito y ha dado una lección de compromiso con el sector, pues ha acudido a la protesta de Madrid a pesar de tener escayolada una pierna por una fractura de tibia. Va en silla de ruedas pero gritando como la que más. "El sector está de lo peor. El precio del tomate está tres o cuatro pesetas por debajo del año pasado. Nos hemos empeñado hasta los ojos y hemos invertido hasta en la construcción de fábricas. Hay una millonada invertida como para que no tengamos ni para comer", añade esta agricultora de Almoharín. "¡Mira cómo está el gasoil y el abono! Como no se solucione, no sé que va a pasar". Paqui Domínguez concluye: "Nosotros lo único que queremos es producir tomate y vivir dignamente de nuestra profesión".

Emilia Martínez también es de Pizarro y ve el futuro igual de mal que sus compañeras. "Lo veo fatal. Nos han incentivado a comprar maquinaria y ahora con el precio del tomate no tenemos suficiente para pagar. ¡Tendremos que dejarle las máquinas al banco y venirnos a Madrid!". Emilia asegura que la situación se ha invertido en relación a hace unos años. Antes, el tomate tenía su precio pero Extremadura no tenía mucha producción, mientras que ahora sucede lo contrario. "Con los precios de este año es muy complicado", añade esta productora extremeña. "El futuro de la gente en nuestra tierra es el tomate. Este año se irán la mitad de los jóvenes y el año que viene la otra mitad. No sé quién puede pensar que se puede vivir así", concluye Emilia Martínez.

Los hombres ven igual la situación. Vicente González es agricultor de las Vegas Altas y ha contratado su tomate a 41 euros la tonelada que, unido a 23,50 de ayuda, resulta unos ingresos totales de 64,50 euros por cada mil kilos. Las cooperativas tienen ubicado el umbral de rentabilidad en 66 euros. "Este año aguantaremos porque no queda otra solución, pero el año que viene (la ayuda baja a 13,07 euros/tonelada) tendremos que irnos a Madrid o Barcelona", explica este agricultor. "La solución es que nos dieran una ayuda transitoria hasta que se reforme la OCM del sector".

El arcipreste de la zona de Miajadas, Enrique Gómez, explicó ayer que los casi 20 sacerdotes de la zona han mantenido recientemente una reunión para debatir la situación del sector y apoyar a los agricultores. "La Iglesia es un apoyo de solidaridad. En estas manifestaciones hay que estar".