¿Inocentes o culpables? Esto es lo que muchos ciudadanos se preguntan sobre Modesto Sánchez Cepa y Luis Miguel Hernández Rodríguez, los dos varones imputados en el caso de la muerte de Juan Carlos Marcos. Un suceso, cuyos hechos están por aclararse en un proceso judicial que está en fase de instrucción, y que conforme avanzan las investigaciones da una nueva esperanza a todas las personas que esperan con deseo que se aclaren los hechos tal y como sucedieron y que se localice a su autor o autores. Un caso con una gran repercusión social, sobre todo, por la relación de los tres hombres con la política --la víctima era el número 3 de PP en Robledillo de Gata--. El caso adquirió aún mayor relevancia por suceder ocho días antes de las elecciones municipales del 22 de mayo, lo que llevó a numerosas conjeturas.

Ahora, casi un mes después del trágico suceso, Modesto y Luis Miguel siguen proclamando a los cuatro vientos su inocencia y aseguran que día tras día solo piensan en que esta pesadilla acabe cuanto antes. "Estamos muy mal; se han dicho cosas que no son ciertas y hemos sufrido mucho", confiesa Luis Miguel, en la que ha sido su primera intervención pública ante un medio de comunicación. La decisión de dar la cara ha sido conjunta con su compañero Modesto. Ambos acudieron acompañados de su abogado defensor Angel Luis Aparicio, quien anunció que está a la espera de los informes concluyentes del forense y que en base a éstos podría pedir el sobreseimiento de la causa.

Mientras tanto, los dos ya han pasado casi 72 horas en un calabozo y han declarado ante un juez. "Esa noche (13 de mayo), después de estar en un mitin electoral, bebí unas copas en Robledillo y de madrugada me fui con Modesto; yo iba de copiloto, un poco dormido, y llegamos a Descargamaría. En el trayecto no vimos nada extraño", explica Luis Miguel, al mismo tiempo que asegura que ninguno de los dos tiene nada que ocultar y que se les ha juzgado antes de tiempo. "Me han tratado como un delincuente, ni lo soy y no lo voy a ser nunca" apunta este joven electricista, que era candidato del PP en Descargamaría y que vivió unas horas amargas desde el primer minuto de su detención cuatro días después del suceso. "Vino la guardia judicial a mi casa, me dijeron que estaba detenido, me esposaron, ingresé en el calabozo de Valverde el miércoles por la tarde y salí el viernes. Allí uno tiene tiempo para comerse mucho la cabeza", explica. Por su parte, Modesto, que aún hoy es concejal del PSOE, tras conocer la detención de su compañero decidió presentarse voluntariamente ante la Guardia Civil nada más llegar de trabajar. "Cuando me llevaron al calabozo solo hacía que preguntarme qué hacía allí".

En su caso, la versión es similar a la de Luis Miguel: "estuvimos tomando algo en Robledillo, y al regresar de madrugada yo no noté nada extraño en la carretera", asegura. Modesto recurre a su experiencia como camionero, profesión que ejerce durante más de 35 años, y afirma que jamás se le hubiera pasado por la cabeza huir en un caso así. "Habríamos parado de saber que había alguien", confiesa. Tras declarar, el juez los dejó libres, sin fianza y con cargos. Los dos implicados están convencidos de que el asunto "se ha politizado mucho". "Localizaron sangre en el maletero de mi coche, la analizaron y resultó ser de una liebre", añadió Modesto que reconoce que lo único cierto es que la Guardia Civil reveló que su coche -de marca BMW- presentaba restos de ropa del fallecido por un posible arrollamiento.