En el sector más tradicional del pan aplauden que la nueva normativa contribuya a regular la actividad y en el lado de los consumidores se destaca igualmente que el texto nace «con virtudes», aunque también que habrá que perfeccionarlo y desarrollarlo. «En principio la norma es positiva, a grandes rasgos, porque con la clarificación de los términos que incluye la nueva normativa se pone coto algunos de los grandes fraudes que había en el pan», defiende Roberto Serrano, de la Unión de Consumidores de Extremadura (UCEX).

Entre los puntos que destaca porque protegen al consumidor estaría la nueva consideración de pan integral, que se limita únicamente aquellos elaborados «al cien por cien» con harinas de ese tipo y que evita así que, como pasaba hasta ahora, «se cuele bajo esa etiqueta de todo». También la obligatoriedad que los panes con masa madre tengan que tener al menos 20 horas de fermentación y un máximo de un 0,1% de levaduras industriales; o la potestad que se da a los consumidores para que puedan solicitar la lista de ingredientes del pan que van a consumir.

Junto a eso, Serrano aplaude el hecho de que se amplíen los panes que quedan incluidos bajo el concepto de ‘pan común’, que antes solo abarcaba al pan blanco y ahora incluye también a panes elaborados con harinas integrales: este tipo de panes, al considerarse alimentos de primera necesidad, están sometidos a un IVA reducido (del 4%) y no al ordinario (del 10%).

La modificación es una cuestión importante, por un lado, porque deja de considerarse el pan integral como un artículo de lujo con este cambio; y por otro, porque esa consideración debería suponer un bajada en el precio de este tipo de panes. «Esperamos que la reducción del IVA se traslade al consumidor con una reducción en el precio, y no en un aumento de los márgenes de beneficio para las empresas», indican desde el colectivo de consumidores.

No hay formación reglada

Para Ucex otro elemento que contribuirá a evitar el fraude radica en la definición que se hace del ‘pan artesano’ y, en concreto, a la obligatoriedad de que esté elaborado por un maestro panadero o un panadero con experiencia demostrable («lo malo es que hay otras definiciones como ‘pan elaborado al modo artesano’ o ‘estilo artesano’ que no se acotan», apunta Serrano). Aún así, esta es una de las cuestiones que se van a desarrollar porque se está trabajando en una normativa para crear un título oficial de panadero con una formación reglada al respecto .